La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 3:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si amamos a nuestros hermanos creyentes, eso demuestra que hemos pasado de muerte a vida; pero el que no tiene amor sigue muerto.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida,° porque amamos a los hermanos; el que no ama,° permanece en la muerte.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama, permanece en la muerte.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 3:14
31 Referencias Cruzadas  

En cuanto a los santos que están en la tierra, son los gloriosos en quienes está toda mi delicia.


Quien se aparta de la senda del discernimiento irá a parar entre los muertos.


El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, por mí lo hicisteis”.


Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.


Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».


aprecia tanto a nuestra nación que nos ha construido una sinagoga.


De este modo todos sabrán que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros».


Y este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado.


Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros.


»Ciertamente os aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.


En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tenéis en el Señor Jesús y del amor que demostráis por todos los santos,


En otro tiempo vosotros estabais muertos en vuestras transgresiones y pecados,


nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia habéis sido salvados!


pues hemos recibido noticias de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis por todos los santos


En cuanto al amor fraternal, no necesitáis que os escribamos, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros unos a otros.


Seguid amándoos unos a otros fraternalmente.


Ahora que os habéis purificado obedeciendo a la verdad y tenéis un amor sincero por los hermanos, amaos de todo corazón los unos a los otros.


En fin, vivid en armonía los unos con los otros; compartid penas y alegrías, practicad el amor fraternal, sed compasivos y humildes.


a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.


¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos.


Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.


Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.


Os escribo estas cosas a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.


Así, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios.