Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes rompió sus ropas para mostrar su enojo, y dijo: --¡Ha insultado a Dios! Ya no necesitamos más pruebas. Dice que él es Dios.
Lucas 5:21 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento) Los maestros de la Ley y los fariseos pensaron: '¿Y este quién se cree que es? ¡Qué barbaridades dice contra Dios! ¡Sólo Dios puede perdonar pecados!' Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los fariseos y los maestros de la ley religiosa decían para sí: «¿Quién se cree que es? ¡Es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!». Biblia Católica (Latinoamericana) De inmediato los maestros de la Ley y los fariseos empezaron a pensar: '¿Cómo puede blasfemar de este modo? ¿Quién puede perdonar los pecados fuera de Dios?' La Biblia Textual 3a Edicion Y los escribas y los fariseos comenzaron a razonar para sí: ¿Quién es éste que habla tales blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los escribas y los fariseos comenzaron a pensar: 'Pero ¿quién es éste, que está diciendo blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios solo?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a murmurar, diciendo: ¿Quién es Éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? |
Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes rompió sus ropas para mostrar su enojo, y dijo: --¡Ha insultado a Dios! Ya no necesitamos más pruebas. Dice que él es Dios.
Algunos de los maestros de la Ley que estaban en aquel lugar, pensaron: '¿Qué se cree este hombre? ¿Se imagina que es Dios? ¡Qué equivocado está!'
Muestren con su conducta que realmente han dejado de pecar. No piensen que sólo por ser descendientes de Abraham van a salvarse. Si Dios así lo quiere, hasta estas piedras las puede convertir en familiares de Abraham.
En cierta ocasión Jesús estaba enseñando en una casa. Allí estaban sentados algunos fariseos y algunos maestros de la Ley. Habían venido de todos los pueblos de Galilea, de Judea, y de la ciudad de Jerusalén, para oír a Jesús. Y como Jesús tenía el poder de Dios para sanar enfermos,
Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando y les preguntó: '¿Por qué piensan esas cosas?
Los otros invitados comenzaron a preguntarse: '¿Cómo se atreve este a perdonar pecados?'
Ellos le respondieron: --No queremos matarte por lo bueno que hayas hecho, sino por haber ofendido a Dios. Tú no eres más que un hombre, y dices que eres igual a Dios.
¿Quién puede acusar de algo malo a los que Dios ha elegido? ¡Si Dios mismo los ha declarado inocentes!