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Éxodo 22:22 - Biblia Martin Nieto

22 Si maltratas, él clamará a mí y yo escucharé su clamor;

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Biblia Reina Valera 1960

22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »No explotes a la viuda ni al huérfano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Si ustedes lo hacen, ellos clamarán a mí, y yo escucharé su clamor,

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 No afligiréis a la viuda o al huérfano.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Si los maltratas y claman a mí, yo escucharé su queja;

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Éxodo 22:22
23 Tagairtí Cros  

¿Fui insensible al menester del pobre? ¿Dejé desfallecer los ojos de la viuda?


hasta hacer llegar a él el lamento del mísero y hacerle oír el grito de los desgraciados.


Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.


Un mísero gritó: el Señor lo escuchó y lo libró de todas sus angustias;


porque el Señor defiende su causa y quitará la vida a los que los despojan.


No cambies los linderos antiguos y no entres en el campo de los huérfanos,


porque poderoso es su vengador; él defenderá su causa contra ti.


Aprended a hacer el bien, buscad lo que es justo, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano, defended a la viuda.


Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda.


que niegan la justicia a los débiles y quitan su derecho a los pobres de mi pueblo; que hacen de las viudas su presa y de los huérfanos su botín!


si no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda; si no derramáis sangre inocente en este lugar; si no vais, para daño vuestro, en pos de dioses extraños,


entonces yo me quedaré con vosotros en este lugar, en el país que he dado a vuestros padres desde antiguo y para siempre.


En ti se desprecia al padre y a la madre, en ti se trata mal al forastero, en ti son oprimidos los huérfanos y la viuda.


No explotéis a la viuda y al huérfano, al emigrante y al pobre, y nadie piense en hacer mal a su hermano.


Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.


Hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al emigrante suministrándole pan y vestido.


No te dejes llevar de este pensamiento egoísta: Ya está cercano el año séptimo, el año del perdón y, si poniendo mala cara a tu hermano necesitado, no le das nada, podría apelar al Señor contra ti, y te harías reo de pecado.


No violes el derecho del emigrante, ni el del huérfano, ni tomes en prenda los vestidos de la viuda.


Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te dio la libertad. Por eso te ordeno que cumplas esta ley.


¡Maldito el que viole el derecho del emigrante, del huérfano y la viuda! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén!


La práctica religiosa pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y en guardarse de los vicios del mundo.


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