Pero ellos decían: – No lo arrestemos en la fiesta para que no se produzca una revuelta en el pueblo.
Mateo 27:24 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Cuando Pilatos se dio cuenta que no podía convencerlos, sino que ellos seguían gritando más y más, tomó agua en un recipiente, se lavó las manos delante de la gente y dijo: – ¡Soy inocente de la sangre de este hombre!, esto es un problema de ustedes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Pilato vio que no lograba nada y que se armaba un disturbio. Así que mandó a buscar un recipiente con agua y se lavó las manos delante de la multitud a la vez que decía: —Soy inocente de la sangre de este hombre. La responsabilidad es de ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Al darse cuenta Pilato de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: 'Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa. La Biblia Textual 3a Edicion Viendo Pilato que nada se lograba,° sino que más bien se estaba formando un alboroto, tomó agua y se lavó° las manos delante del gentío, diciendo: ¡Inocente soy de la sangre de éste!° ¡Allá vosotros! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Viendo Pilato que todo era inútil y que, además, se originaba un tumulto, mandó traer agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo: 'Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; vedlo vosotros. |
Pero ellos decían: – No lo arrestemos en la fiesta para que no se produzca una revuelta en el pueblo.
Mientras el gobernador estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó un mensaje: “No le hagas nada a este justo, pues, por causa de Él tuve un sueño que me produjo mucho sufrimiento”.
Mas el gobernador dijo: – ¿Qué cosa tan mala ha hecho este hombre? Pero ellos gritaban más fuerte: – ¡Sea crucificado, sea crucificado!
declarando: – Pequé entregando a un hombre inocente; mas ellos le dijeron: – ¿Qué nos importa? ¡Eso es problema tuyo!
El oficial romano y los que estaban con él cuidando a Jesús, al sentir el terremoto y las otras señales que sucedieron, tuvieron miedo y dijeron: – Verdaderamente este era Hijo de Dios.
Así se cumplió lo dicho por los profetas: “Tomaron las treinta monedas de plata, que era el precio que los hijos de Israel pusieron por la cabeza de aquel hombre;
Simón Pedro dijo: – Señor, siendo así, lávame no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza.
Salió de nuevo Pilatos y dijo a los judíos: – ¡Miren! Saqué a Jesús, con el propósito de que ustedes sepan que no encontré ningún delito en Él.
Ustedes, en cambio, negaron al Santo y Justo, y pidieron que un hombre homicida fuese liberado;
Cristo no conoció el pecado, pero a favor de nosotros se hizo pecado, para que nosotros tuviéramos nuestra identidad justificada delante de Dios.
También Cristo, murió por nuestros pecados una vez, un justo dando vida a los injustos, con el propósito de conducir a los inconversos a Dios, habiendo sufrido la muerte en la carne, pero viviendo en el Espíritu.