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Lucas 9:33 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Cuando Elías y Moisés se retiraban, Pedro dijo a Jesús: – Maestro, ¡qué bien se siente estar aquí! Aprovechemos y hagamos tres cabañas, una para ti, una para Moisés y la otra para Elías. Pedro no sabía lo que decía.

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Biblia Reina Valera 1960

Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Moisés y Elías comenzaron a irse, Pedro, sin saber siquiera lo que decía, exclamó: «Maestro, ¡es maravilloso que estemos aquí! Hagamos tres enramadas como recordatorios: una para ti, una para Moisés y la otra para Elías».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Como éstos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús: 'Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pero no sabía lo que decía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sucedió que al tiempo que ellos se apartaban de Él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, bueno es quedarnos aquí y hacer tres tabernáculos:° uno para ti, y otro para Moisés y otro para Elías (sin saber° lo que decía).

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando éstos estaban a punto de separarse de él, dijo Pedro a Jesús: '¡Maestro! ¡Qué bueno seria quedarnos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías'; sin saber lo que decía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció que apartándose ellos de Él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía.

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Lucas 9:33
13 Tagairtí Cros  

Cuando Jesús y sus discípulos vinieron hacia la multitud, se acercó al Maestro un hombre, y arrodillándose ante Él, le dijo:


Y Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: – ¡Señor!, sería excelente que nosotros nos quedemos aquí; y si quieres haré tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y la otra para Elías.


Pero Jesús respondió: – Ustedes no saben lo que están pidiendo, ¿acaso pueden ustedes soportar beber de la copa que yo bebo, o pueden ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?


Simón respondió: – Maestro, hemos trabajado duro durante toda la noche intentado pescar, pero no hemos conseguido atrapar ni un solo pez. Sin embargo, bajo tu palabra, volveré a intentarlo.


Mientras Pedro decía estas cosas, apareció una nube y los envolvió con su sombra; los discípulos tuvieron mucho temor cuando entraron en la nube, por la profunda conciencia de la presencia de Dios.


Juan dijo: – Maestro, vimos a una persona que expulsaba demonios en tu nombre y le hemos prohibido hacerlo, porque no es parte de nuestro grupo.


Le dijo Felipe: – Señor, muéstranos al Padre y quedaremos satisfechos.


El mismo Dios que dijo: “Que brille la luz en la oscuridad”, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo.