Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús, y cuando lo vieron, le suplicaron que se fuera de su territorio.
Lucas 8:37 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Entonces, todos los habitantes de la región de los gerasenos, le pidieron a Jesús que se fuera lejos de ellos, porque estaban muy asustados; así que, Jesús entró en la barca para irse. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. Biblia Nueva Traducción Viviente Y todos los habitantes de la región de los gerasenos le suplicaron a Jesús que se fuera y los dejara en paz, porque una gran ola de miedo se apoderó de ellos. Entonces Jesús regresó a la barca y se fue y cruzó nuevamente al otro lado del lago. Biblia Católica (Latinoamericana) Un miedo muy fuerte se apoderó de ellos y todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara.
Cuando Jesús subió a la barca para volver, La Biblia Textual 3a Edicion Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos° le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se volvió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió. |
Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús, y cuando lo vieron, le suplicaron que se fuera de su territorio.
Luego Jesús volvió a decir a sus discípulos: – El que los escuche a ustedes, me escucha a mí; el que los rechace, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza a Dios que me envió.
Cuando Simón Pedro vivió esta experiencia, se arrodilló ante Jesús, diciendo: – ¡Apártate de mí, Señor, pues soy un pecador!
Cuando vio a Jesús, gritó horriblemente, se postró ante Él y exclamó con fuerza: – ¿Qué te hice, Jesús Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
Y el hombre que había sido liberado de los demonios estaba con Jesús, y le rogaba que le dejase acompañarlo, pero Jesús lo despidió, diciendo:
Cuando no sean bienvenidos, al salir de tal ciudad, sacudan el polvo de sus pies como señal de protesta a los ciudadanos de la ciudad que rechazaron el mensaje de salvación.
Así que los jueces fueron a hablar con Pablo y Silas, les ofrecieron disculpas, los sacaron de la cárcel y les pidieron que se fueran de la ciudad.