y fue transfigurado delante de ellos, y su rostro brilló como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz,
Hechos 26:13 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia al medio día, cuando estaba en pleno camino, oh rey, vi una luz que venía del cielo y era más fuerte que el sol que nos iluminaba a mí y a los que venían conmigo; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Cerca del mediodía, su majestad, mientras iba de camino, una luz del cielo, más intensa que el sol, brilló sobre mí y mis compañeros. Biblia Católica (Latinoamericana) En el camino, oh rey, a eso del mediodía, vi una luz que venía del cielo, más resplandeciente que el sol, que nos deslumbró a mí y a los que me acompañaban. La Biblia Textual 3a Edicion cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi que una luz del cielo, superior al resplandor del sol, resplandeció alrededor de mí y de los que viajaban° conmigo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 a medio día, por el camino, vi, oh rey, que me rodeaba, a mí y a los que conmigo iban, una luz proveniente del cielo que superaba el resplandor del sol. Biblia Reina Valera Gómez (2023) al mediodía, oh rey, yendo en el camino vi una luz del cielo, que sobrepasaba el resplandor del sol, iluminando en derredor de mí y de los que iban conmigo. |
y fue transfigurado delante de ellos, y su rostro brilló como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz,
Pero en el camino sucedió algo extraordinario, cuando ya estaba cerca de Damasco, por vuelta de mediodía, de repente, desde el cielo me llegó una luz muy brillante que me envolvió;
Los que me acompañaban ciertamente vieron la luz, pero no escucharon la voz del que me hablaba.
En uno de esos viajes, cuando estaba yendo hacia Damasco con la autorización y empoderamiento de los principales sacerdotes,
todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en hebreo arameizado: – “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con dar golpes contra la pared? Lo único que logras al tratar de luchar contra mí es hacerte daño”.
Mientras Saulo iba de camino y se acercaba a Damasco, de repente vio un resplandor de una luz muy fuerte que venía del cielo;
En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una espada aguda de doble filo; su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.
La ciudad no tiene necesidad ni del sol, ni de la luna para que la iluminen, porque la gloria de Dios la iluminó y su lámpara es el Cordero.