En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen a una persona que viva allí que sea digna de recibirlos, y permanezcan en su casa hasta que se vayan de ese lugar.
Hechos 21:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Nos encontramos con los discípulos y nos quedamos allí por siete días; y los discípulos, movidos por el Espíritu, le aconsejaban a Pablo que no subiera a Jerusalén. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Desembarcamos, encontramos a los creyentes del lugar y nos quedamos con ellos una semana. Estos creyentes profetizaron por medio del Espíritu Santo, que Pablo no debía seguir a Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquí encontramos a los discípulos y nos detuvimos siete días.
Advertían a Pablo con mensajes proféticos que no subiera a Jerusalén;' La Biblia Textual 3a Edicion Habiendo hallado a los discípulos, permanecimos allí siete días, y ellos aconsejaban a Pablo por el Espíritu que no subiera a Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Encontramos a los discípulos y permanecimos allí siete días. Ellos le decían a Pablo, por inspiración del Espíritu, que no subiera a Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y hallando discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén. |
En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen a una persona que viva allí que sea digna de recibirlos, y permanezcan en su casa hasta que se vayan de ese lugar.
Cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Saulo y Bernabé estuvieron congregándose en la iglesia de Antioquía por todo un año, y enseñaban a muchas personas. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó “cristianos” por primera vez.
Mientras que Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones del norte de Asia Menor y llegó a Éfeso, allí encontró a algunos discípulos;
Algunos de los discípulos de Cesarea nos acompañaron y nos condujeron a la casa de Mnasón, donde íbamos a hospedarnos. Este era de Chipre, y uno de los primeros discípulos.
Encontramos allí a algunos hermanos, fuimos invitados por ellos a quedarnos, así que pasamos siete días con ellos y finalmente llegamos a Roma.
Porque Yo le mostraré cuánto tendrá que sufrir por causa de mi nombre.
En el día del Señor, el Espíritu se apoderó de mí y oí una voz fuerte como el sonido de una trompeta que provenía de atrás;