No pierdan su tiempo acumulando riquezas en la tierra, donde la polilla y la descomposición las hacen desaparecer, y también los ladrones las roban y las destruyen;
Hebreos 13:5 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia No absoluticen los bienes materiales, volviéndose avaros, sino estén contentos con lo que tienen. Porque Dios dijo: “Nunca te abandonaré ni te dejaré solo”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; Biblia Nueva Traducción Viviente No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré». Biblia Católica (Latinoamericana) No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré. La Biblia Textual 3a Edicion Vuestra manera de vivir sea sin avaricia de dinero, estad satisfechos con las cosas que tenéis, porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os dejéis arrastrar por la codicia y contentaos con lo que tenéis. Pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé. |
No pierdan su tiempo acumulando riquezas en la tierra, donde la polilla y la descomposición las hacen desaparecer, y también los ladrones las roban y las destruyen;
Por tanto les digo esto: No se obsesionen con las cosas de esta vida, qué han de comer o qué han de beber, ni tampoco idolatren su cuerpo, con qué ropa se han de vestir; ¿acaso la vida no es más importante que el alimento, o el cuerpo más importante que la ropa?
En conclusión, no estén ansiosos por el día de mañana, vivan el momento y disfruten la vida, porque el mañana no está garantizado, y si llega, traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.
adulterios, avaricias, maldades, engaños, malos deseos, envidias, calumnias, arrogancias e imprudencias;
Unos soldados también le preguntaron: – ¿Y nosotros qué debemos hacer? Juan contestó: – No estafen a nadie, no calumnien, y conténtense con el sueldo que ganan.
Las semillas que cayeron entre espinos representan a los que escuchan la palabra, pero las preocupaciones de este mundo, las riquezas y los placeres de la vida, los ahogan, y no logran desarrollarse, ni crecer, así que tampoco producen frutos.
Esta gente vive llena de toda clase de injusticia, pecado, codicia, maldad, envidia, homicidio, pelea, engaño, perversidad y chisme;
lo que quise decirles anteriormente en la carta es que no se junten con aquellos que diciendo ser cristianos, pero practican inmoralidad sexual, son avaros, estafadores, borrachos e idólatras; ni siquiera se junten a comer con ese tipo de personas, no deben convivir con ellos ni aceptar este tipo de conductas dentro de la comunidad cristiana.
ni los ladrones, ni los codiciosos, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los explotadores y tramposos, heredarán el reino de Dios.
aunque seamos perseguidos, no estamos desamparados; aunque seamos derribados, no estamos destruidos;
Ustedes deben ser santos, por lo tanto, ¡entre ustedes no debe existir ni la más mínima mención de inmoralidad sexual, impureza, codicia exagerada o ningún otro exceso!
Porque ustedes saben que ninguna persona inmoral, mala, codiciosa y que practique la idolatría es heredera o partícipe del reino de Dios.
Hagan morir las cosas malas de su naturaleza pecaminosa: la inmoralidad sexual, la impureza, las pasiones desordenadas, las malas intenciones y la avaricia, que es una forma de idolatría.
Además, que no sea borracho, ni violento, sino compasivo, amable, no codicioso de las riquezas,
Tienen sus ojos llenos de inmoralidades sexuales y no se cansan de pecar, siempre buscan engañar a las personas ingenuas, tienen sus corazones llenos de codicia y avaricia, y se convierten en hijos de la maldición.
Estos falsos predicadores y maestros comercializarán la enseñanza por motivo de avaricia, para estos la condenación no se tarda y la destrucción final está a la puerta.
¡Ay, pobres de ellos! Que siguen por el camino de Caín y que, por dinero, imitan el error de Balaam y dicen las mismas palabras sin sentido que promueven la rebelión como lo hizo Coré, por eso se destruyen.