Por la práctica del amor sacrificial el mundo conocerá que ustedes son mis discípulos, si se aman sacrificialmente entre ustedes.
1 Juan 4:20 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Si alguien dice que ama a Dios y odia al prójimo, es un gran mentiroso; porque el que no ama a su prójimo a quien ve, ¿cómo puede amar a Dios a quien nunca ha visto? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente, esa persona es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver? Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno dice 'Yo amo a Dios', y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. La Biblia Textual 3a Edicion Si alguno dijera: Amo a Dios, y aborrece° a su hermano, es mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si alguno dice: 'Yo amo a Dios', pero odia a su hermano, es mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
Por la práctica del amor sacrificial el mundo conocerá que ustedes son mis discípulos, si se aman sacrificialmente entre ustedes.
Aunque ustedes nunca hayan visto a Jesús, lo aman con el amor sacrificial y también tienen una fe de identidad en Él y esto genera una alegría pura y glorificada;
Si alguna vez llegamos a decir que tenemos comunión con Dios y caminamos constantemente en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad, que es la coherencia entre el pensamiento y la realidad.
Si decimos que no tenemos pecado, nos autoengañamos y la verdad, que es la coherencia entre el pensamiento y la realidad, no está en nosotros.
pero el que constantemente odia a los demás, está en la oscuridad y en la oscuridad camina y no conoce por donde va, porque la oscuridad lo hace ciego.
El que dice que ha conocido íntimamente a Dios y no guarda constantemente sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad, es decir, no es coherente en lo que piensa y lo que hace.
El que dice que está en la luz y siempre odia a los demás, en realidad vive en la oscuridad.
Aquel que posee recursos para una vida plena, y al presenciar la necesidad de su prójimo, permanece indiferente ante su desgracia, ¿cómo puede afirmar que el amor sacrificial de Dios en Cristo reside en su corazón?
A Dios nadie lo ha visto físicamente; pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor sacrificial nos perfecciona.