Y la Palabra de vida se encarnó y plantó su tabernáculo en nosotros, y hemos contemplado su gloria, la gloria del Unigénito que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad.
1 Juan 4:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia De la siguiente forma podrán discernir el Espíritu de Dios: toda persona que confiese con su boca y testimonio de vida a Jesucristo que se encarnó, es de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; Biblia Nueva Traducción Viviente Esta es la manera en que sabremos si tienen o no el Espíritu de Dios: si una persona que afirma ser profeta reconoce que Jesucristo vino en un cuerpo humano, esa persona tiene el Espíritu de Dios; Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quieren reconocer al espíritu de Dios? Todo espíritu que reconoce a Jesús como el Mesías que ha venido en la carne, habla de parte de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesús el Mesías ha venido en carne, procede de Dios; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Conoced en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesús es Cristo venido en carne, es de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; |
Y la Palabra de vida se encarnó y plantó su tabernáculo en nosotros, y hemos contemplado su gloria, la gloria del Unigénito que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Por eso les advierto, que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede reconocer que “Jesús es el Señor” sino por el Espíritu Santo.
Sin lugar a duda, grandes son las verdades espirituales: que Dios a través de Jesucristo fue encarnado, fue justificado en el Espíritu, fue visto y vivido por los ángeles, fue predicado entre los gentiles, el mundo tuvo fe en Él y fue recibido en el cielo con gloria.
Esta vida, ampliamente desarrollada fue revelada, la hemos visto y experimentado, también la hemos testificado con nuestras vidas y la anunciamos a ustedes para que fundamenten la vida eterna. Esta vida que es Jesús mismo, Dios igual al Padre, que se nos ha manifestado o revelado.
Toda persona que niega y rechaza al Hijo, no tiene al Padre; en cambio, el que confiesa con su vida al Hijo, también tiene al Padre.
Todo aquel que confiese con palabras y con su propia vida que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él permanece en Dios.
Por otro lado, aquel espíritu que no reconoce a Jesucristo tanto en palabras como en acciones no es de Dios; al contrario, se opone a Cristo. Ya se les había advertido sobre la venida de este adversario, y ahora ya está actuando en el mundo.
Todo el que tiene fe en que Jesús es el Cristo, de Dios ha sido engendrado, y todo el que ama al que engendró a Jesús, ama también a Jesús.
Pues muchos mentirosos salieron al mundo negando la humanidad de Jesucristo, el que niegue la encarnación es un enemigo de Cristo.