me enviaron un mensaje invitándome a reunirme con ellos en uno de los pueblos de la llanura de Ono. Comprendí que lo que intentaban era matarme,
Proverbios 26:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 No le creas, aunque te hable con dulzura, porque su corazón rebosa de abominaciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Biblia Nueva Traducción Viviente Fingen ser amables, pero no les creas; tienen el corazón lleno de muchas maldades. Biblia Católica (Latinoamericana) Si expresa buenos sentimientos, no te fíes: siete maldades llenan su corazón. La Biblia Textual 3a Edicion Aunque suavice la voz, no le creas, Porque siete abominaciones lleva dentro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 aunque hable con voz agraciada, no te fíes, pues lleva siete abominaciones en su corazón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando hable amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones hay en su corazón. |
me enviaron un mensaje invitándome a reunirme con ellos en uno de los pueblos de la llanura de Ono. Comprendí que lo que intentaban era matarme,
Se mienten unos a otros, hablando con labios aduladores; ya no hay sinceridad.
No me arrastres junto con todos los malvados que hablan amablemente a su prójimo mientras planean maldad en sus corazones.
porque ellos son de los que siempre están pensando lo que les cuesta. «Come y bebe», te dicen, pero no lo dicen de corazón.
Como baño de plata sobre olla de barro así son las palabras amables que ocultan un corazón malvado.
Y es que tu prueba será tan dura que hasta tus hermanos, tu propia familia, se pondrán en tu contra. ¡No confíes en ellos por más amables que sean las palabras que te dirijan!
No confíes en nadie, ni en tu mejor amigo, mucho menos en tus gobernantes. ¡Ni siquiera confíes en tu esposa!
»Si en aquellos días alguien les dice que el Mesías está en ese lugar o en el otro, o que apareció aquí o allá o en la ciudad de más allá, no lo crean.
Un día Saúl le dijo a David: ―Te voy a dar a Merab, mi hija mayor, como esposa. Pero primero tendrás que probar que eres un verdadero soldado que pelea las batallas del Señor. Porque Saúl pensó: «Lo enviaré contra los filisteos y ellos lo matarán y así no tendré que hacerlo yo».