Fue así como Dios destruyó esas ciudades de la llanura donde Lot había vivido. Pero Dios se acordó de Abraham y, por eso, libró a Lot de perecer en aquella catástrofe.
Proverbios 21:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El justo observa la casa del malvado, y ve cuando este acaba en la ruina. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Considera el justo la casa del impío, Cómo los impíos son trastornados por el mal. Biblia Nueva Traducción Viviente El Justo sabe lo que ocurre en el hogar de los perversos; él traerá desastre sobre ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) El justo vigila la casa del malvado, precipita a los malos en la ruina. La Biblia Textual 3a Edicion El justo hace sopesar la casa del impío, Precipitando al impío a la ruina.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El justo observa que la casa del malvado arroja a los malvados en la ruina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre justo considera sabiamente la casa del impío; pero Dios trastorna a los impíos por su maldad. |
Fue así como Dios destruyó esas ciudades de la llanura donde Lot había vivido. Pero Dios se acordó de Abraham y, por eso, libró a Lot de perecer en aquella catástrofe.
Quienes se alejan de Dios pueden triunfar momentáneamente, pero de pronto les sobreviene un súbito desastre.
Quien sea sabio, que entiende estas cosas y vea el gran amor del Señor.
Pero Dios te derribará de un golpe; te echará de tu casa; a rastras te sacará de la tierra de los vivientes.
La justicia protege al hombre que es recto, pero la maldad destruye al pecador.
La casa de los malvados será destruida, pero la de los justos prosperará.
Al malvado lo aplasta su propia maldad; al justo lo protege su justicia.
Cuando el malvado tiene el poder, el pecado aumenta, pero los justos vivirán para ver su caída.
Todo aquel que es sabio y prudente entenderá estas cosas. Todo aquel que es inteligente, que escuche y siga mis consejos. Pues los senderos del Señor son verdaderos y justos, y las personas buenas caminan por ellos. Pero la gente mala se pierde en sus propios malos pasos.
»Les destruí algunas de sus ciudades, como lo hice con Sodoma y Gomorra; las que quedan son sólo como tizones arrebatados del fuego. Pero no sirvió de nada, pues ni siquiera por ello ustedes acudieron a mí para que los ayudara. Lo ha dicho el Señor.
Sin embargo, a pesar de todo, la mayoría de los israelitas no obedecieron a Dios, y murieron allí mismo en el desierto.