Génesis 19:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁹ Fue así como Dios destruyó esas ciudades de la llanura donde Lot había vivido. Pero Dios se acordó de Abraham y, por eso, libró a Lot de perecer en aquella catástrofe.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ Pero Dios había escuchado la petición de Abraham y salvó la vida de Lot, a quien sacó del desastre que se tragó a las ciudades de la llanura.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y libró a Lot de la catástrofe, mientras arrasaba las ciudades donde Lot había vivido.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ Así, cuando ’Elohim destruyó las ciudades de la llanura, ’Elohim se acordó de Abraham, por eso sacó a Lot de en medio del derrumbamiento de las ciudades en que Lot se había establecido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ Cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y mientras destruía las ciudades donde había habitado Lot, a Lot le libró de la catástrofe.

Génesis 19:29 Tagairtí Cros

Génesis 11:27

La siguiente es la lista de los descendientes de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán. Jarán, que fue el padre de Lot,

Génesis 12:2

Te voy a convertir en una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso. ¡Serás de bendición para muchas personas!

Génesis 30:22

Entonces Dios tuvo compasión de Raquel, y le respondió sus oraciones, pues le permitió tener hijos.

Génesis 8:1

Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en el barco. Dios hizo soplar un fuerte viento sobre la tierra, de modo que las aguas comenzaron a bajar.

Nehemías 13:14

«¡Dios mío, recuerda estas acciones mías, y no olvides todo lo que he hecho por tu templo y por tu culto!».

Nehemías 13:22

Y ordené a los levitas que se purificaran y que vigilaran las puertas con el fin de preservar la santidad del día de reposo. «¡Recuerda esta acción, Dios mío, y ten compasión de mí, según tu gran misericordia!».

Job 35:8

Tus pecados pueden dañar a otro hombre, o tus buenas acciones causarle provecho.

Salmos 105:42

porque él recordó su sagrada promesa a Abraham su siervo.

Salmos 105:8

Aunque pasen mil generaciones, él jamás olvida sus promesas.

Salmos 106:4

Cuando te compadezcas de tu pueblo, acuérdate también de mí, oh Señor; ven a mí con tu salvación.

Salmos 136:23

Al que nos recuerda, aunque estemos desvalidos; su gran amor perdura para siempre.

Salmos 145:20

El Señor protege a todos los que lo aman, pero destruye a los malvados.

Salmos 25:7

Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.

Ezequiel 14:16

aun si estos tres hombres justos estuvieran allí, el Señor Dios jura que no cambiaría la situación, pues no salvaría a la gente de la destrucción que ha decidido provocar. Sólo estos tres se salvarían, pero la tierra y sus habitantes serían devastados.

Oseas 11:8

»¿Cómo podré abandonarte, mi Efraín? ¿Cómo podré dejarte ir? ¿Cómo podré desampararte como lo hice con Admá y Zeboyín? ¡Me duele el corazón por ti y no puedo contener todo el amor que te tengo! ¡Me duele tanto tener que castigarte!

Deuteronomio 7:8

Fue porque él te amó y cumplió la promesa hecha a tus antepasados. Por esta razón te liberó de la esclavitud de Egipto con una gran demostración de poder y milagros maravillosos.

Deuteronomio 9:27

No tomes en cuenta las rebeliones y la soberbia de este pueblo. Recuerda las promesas que les hiciste a tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No tomes en cuenta la maldad y el pecado de este pueblo,

Deuteronomio 9:5

El Señor los expulsará de la tierra no por tu bondad o rectitud, sino debido a la impiedad de las otras naciones, y para cumplir la promesa que hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.

2 Pedro 2:7

Al mismo tiempo rescató a Lot, que era un hombre justo, amaba el bien y estaba asqueado de las perversidades de esos impíos, que veía y oía diariamente.