Mateo 6:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre echan a perder las cosas y donde los ladrones roban. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; Biblia Nueva Traducción Viviente »No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Biblia Católica (Latinoamericana) No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. La Biblia Textual 3a Edicion No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen°, y donde los ladrones irrumpen y hurtan, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No amaséis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los destruyen y donde los ladrones perforan las paredes y roban. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan. |
¡Simple sombra! Y sus múltiples afanes en nada paran. Amontona riqueza para que otro la derroche.
No te enriquezcas mediante la extorsión y el robo. Y si tus riquezas aumentan, no pongas en ellas tu corazón.
»Si el ladrón es sorprendido en el acto de entrar en una casa y lo matan, el que lo mató no es culpable.
De nada servirán las riquezas en el día del juicio, pero la justicia te librará de la muerte.
Es mejor obtener sabiduría que oro; es mejor adquirir inteligencia que plata.
Ese día en que el Señor desate su castigo, de nada les servirá la plata y el oro que tienen. Toda la tierra será devorada por el fuego de su ira. ¡En poco tiempo morirán todos los habitantes de la tierra!».
―Si quieres ser perfecto —le dijo Jesús—, ve, vende todo lo que tienes y dales el dinero a los pobres. De esta manera tendrás tesoros en el cielo. Y cuando lo hayas hecho, ven y sígueme.
¡Háganse tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que puedan corromper, ni ladrones que les roben!,
»Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios».
Vendan lo que tienen, y den a los pobres. Hagan para ustedes bolsas que no se desgasten; guarden en el cielo un tesoro que no se acabe. Allí no hay ladrón que robe ni polilla que destruya.
Dense cuenta de esto: Si el dueño de una casa supiera la hora a la que va a llegar el ladrón, estaría atento para no dejarlo entrar.
Jesús le respondió: ―Hay una cosa que todavía no has hecho: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Cuando lo hayas hecho, ven y sígueme.
Cuando Jesús lo vio tan triste, dijo: ―¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
Di a los ricos de este mundo que no sean orgullosos y que no depositen sus esperanzas en las efímeras riquezas sino en Dios, que siempre nos proporciona todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».