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Mateo 4:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y el diablo se le acercó. ―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, haz que estas piedras se conviertan en pan.

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Biblia Reina Valera 1960

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces se le acercó el tentador y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y llegando el tentador, le dijo: Ya que° eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El tentador se le acercó y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

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Mateo 4:3
34 Tagairtí Cros  

Les dijeron: ―¡Ojalá el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas llenas de carne y comíamos hasta quedar satisfechos. Pero ustedes nos han traído hasta este desierto para matarnos de hambre.


Los otros discípulos, maravillados, se arrodillaron y le dijeron: ―¡No cabe duda de que eres el Hijo de Dios!


―¡Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente! —respondió Simón Pedro.


Jesús no le respondió. ―Demando en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Mesías, el Hijo de Dios —insistió el sumo sacerdote.


y una voz de los cielos dijo: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».


Este es el principio de la buena noticia de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.


Cada vez que los endemoniados lo veían, caían de rodillas ante él gritando: ―¡Tú eres el Hijo de Dios!


y gritó con fuerza: ―¿Qué tienes contra mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te suplico por Dios que no me atormentes!


El ángel le contestó: ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.


Todos le preguntaron: ―Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios? Él les contestó: ―Ustedes mismos lo han dicho.


El diablo le dijo: ―Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.


También de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar, porque sabían que era el Cristo.


Luego el diablo lo llevó a Jerusalén, a la parte más alta del templo, y le dijo: ―Si eres el Hijo de Dios, tírate desde aquí,


Yo lo he visto y por eso les aseguro que este es el Hijo de Dios».


Natanael exclamó: ―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!


Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.


Jesús se enteró de que habían expulsado a ese hombre, y al encontrarse con él le preguntó: ―¿Crees en el Hijo del hombre?


se fue por las sinagogas afirmando que Jesús era el Hijo de Dios.


Timoteo, Silvano y yo les hemos hablado de Jesucristo, el Hijo de Dios. Pues bien, Jesucristo no es de los que dicen «sí» y luego dicen «no».


Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y esta vida que ahora tengo la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.


Por eso, cuando ya no pude soportar más, envié a Timoteo para que se informara de cómo estaban ustedes en cuanto a su fe. Temía que el tentador los hubiera hecho caer y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.


Que nadie ande en pecados sexuales ni desprecie a Dios como lo hizo Esaú. Pues él, por un solo plato de comida, vendió sus derechos de hijo mayor.


En Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que subió al mismo cielo. Por eso, debemos seguir confiando en él.


Nada se sabe acerca de Melquisedec: quienes hayan sido su padre o su madre o sus otros antepasados. No se sabe dónde nació ni dónde murió. Así, es semejante al Hijo de Dios y es sacerdote para siempre.


El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo.


No temas lo que has de sufrir. Para probarlos, el diablo arrojará a algunos de ustedes en la cárcel y los estará persiguiendo durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.