―¿Quién te crees tú? —le contestó el hombre—. Supongo que te crees príncipe y juez. ¿Quieres matarme también como lo hiciste con el egipcio ayer? Cuando Moisés se dio cuenta de que se sabía lo que había hecho, se asustó.
Lucas 12:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jesús le respondió: ―Hombre, ¿quién me ha puesto a mí de juez o árbitro entre ustedes? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le respondió: —Amigo, ¿quién me puso por juez sobre ustedes para decidir cosas como esa? Biblia Católica (Latinoamericana) Le contestó: 'Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o partidor de herencias?' La Biblia Textual 3a Edicion Él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o partidor entre vosotros? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él le contestó: '¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o partidor entre vosotros?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez o partidor sobre vosotros? |
―¿Quién te crees tú? —le contestó el hombre—. Supongo que te crees príncipe y juez. ¿Quieres matarme también como lo hiciste con el egipcio ayer? Cuando Moisés se dio cuenta de que se sabía lo que había hecho, se asustó.
¡Pueblo de Dios! Ya el Señor les ha dicho qué es lo que él espera que ustedes hagan. Ya él les ha enseñado lo que es bueno y espera que ustedes hagan. Lo que el Señor les pide es que practiquen la justicia, que sean misericordiosos y que vivan siguiendo fielmente sus instrucciones.
Uno de entre la gente le dijo: ―Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo.
Poco después alguien lo vio también y dijo: ―Tú también eres uno de ellos. Pedro contestó: ―¡No, hombre, no lo soy!
Cuando vio la fe de ellos, Jesús le dijo al que estaba postrado: ―Amigo, tus pecados quedan perdonados.
Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo su rey, por lo que se retiró otra vez a la montaña él solo.
Ella dijo: ―Nadie, Señor. ―Yo tampoco te condeno. Vete y no vuelvas a pecar.
Por eso no tienes excusa alguna cuando juzgas a otros, pues cuando lo haces, te condenas a ti mismo, ya que cometes los mismos actos que ellos.
¿Acaso crees que Dios juzgará y condenará a los demás y te perdonará a ti que haces las mismas cosas?
Y yo respondo: «¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? ¿Podrá un objeto decirle a quien lo hizo: “¿Por qué me has hecho así?”».