Y añadió: ―Yo soy el único profeta que queda de los profetas del Señor, pero Baal tiene cuatrocientos cincuenta profetas.
Lucas 10:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Les dijo: «La cosecha es mucha y son muy pocos los obreros. Por eso, pídanle al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Biblia Nueva Traducción Viviente Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos. Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. La Biblia Textual 3a Edicion Y les decía: En verdad la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les decía: 'La mies es mucha, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. |
Y añadió: ―Yo soy el único profeta que queda de los profetas del Señor, pero Baal tiene cuatrocientos cincuenta profetas.
El Señor anuncia victoria, y millares de mujeres proclaman las buenas nuevas.
y les daré líderes bien probados que los guíen con sabiduría y comprensión!
¡Ay del pastor que no sirve para nada, que abandona su rebaño! ¡Que una espada le hiera su brazo, y no le quede sirviendo para nada! ¡Que un cuchillo le saque su ojo derecho, para que no vuelva a ver con él!
Los que las compran, las matan sin sentir ninguna culpa; y los que las venden dicen: “¡Gracias a Dios, ahora soy rico!”. Ni siquiera a sus propios pastores les importa su suerte.
Yo descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que hay en ti y lo pondré también en ellos. Ellos te ayudarán a llevar la carga de modo que no tengas que hacer este trabajo solo.
Pero Moisés le respondió: ―¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá todo el pueblo de Dios fuera profeta, y el Señor pusiera su Espíritu sobre todos ellos!
»El reino de los cielos es también semejante al dueño de una finca que sale por la mañana a contratar obreros para recoger la cosecha.
»Es como cuando un hombre se va de viaje y, al marcharse, deja su casa al cuidado de sus criados. A cada uno le deja una tarea y le ordena al portero que vigile.
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.
Los discípulos salieron a predicar por todas partes. El Señor los ayudaba y confirmaba su palabra acompañándola con señales.
Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio poder y autoridad para echar fuera a todos los demonios y para sanar enfermedades.
Los creyentes que habían huido de Jerusalén durante la persecución después de la muerte de Esteban, fueron a parar a Fenicia, Chipre y Antioquía. A lo largo del camino fueron esparciendo las buenas noticias, pero sólo entre los judíos.
Un día en que estos hombres estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: ―Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los he llamado.
Dirigidos por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre.
Por lo tanto, ¡cuídense y cuiden el rebaño! ¡Deben pastorear la iglesia que él compró con su sangre! ¡El Espíritu Santo les ha dado a ustedes la responsabilidad de cuidarla!
Pero el Señor me dijo: “Vete, porque yo te enviaré a naciones que están lejos” ».
Los creyentes que huyeron de Jerusalén continuaron predicando las buenas noticias por dondequiera que iban.
Dios ha puesto en su iglesia: apóstoles, que son los primeros, profetas, en segundo lugar, maestros, en tercer lugar, y luego, los que realizan milagros, los que tienen el don de sanar, los que pueden ayudar a los demás, los que pueden administrar, los que hablan en diversas lenguas.
Pero lo que soy, lo soy por la gracia de Dios. Y su gracia no ha sido en vano, porque he trabajado más que todos ellos, si bien es cierto que no he sido yo, sino la gracia de Dios que ha obrado por medio de mí.
pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.
Mientras tanto, creo que es necesario que regrese con ustedes Epafrodito, mi hermano, ayudante y compañero de lucha. Ustedes lo enviaron para que me atendiera en mis necesidades.
porque estuvo a punto de morir por trabajar para Cristo: arriesgó su vida para hacer por mí lo que ustedes personalmente no podían hacer.
Esa es mi tarea y lucho para realizarla con toda la fuerza y el poder que Cristo me da.
Epafras, que es paisano de ustedes y siervo de Jesucristo, los saluda. Siempre ora fervientemente por ustedes para que Dios los ayude a mantenerse firmes, ser maduros y continuar dedicados a cumplir la voluntad de Dios.
Recuerden, hermanos, cómo trabajamos y nos fatigamos por anunciarles el evangelio de Dios. De día y de noche trabajamos para no serle una carga a nadie.
Hermanos, les pedimos que respeten a los que trabajan entre ustedes, los guían y reprenden en el Señor.
Finalmente, hermanos, les suplico que oren por nosotros. Pidan que el mensaje del Señor se propague rápidamente y que sea recibido y apreciado, como sucedió entre ustedes.
En efecto, si trabajamos arduamente y sufrimos mucho es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el salvador de todos, particularmente de los que creen.
Por eso, tú mantente vigilante en todas las circunstancias, no temas sufrir, dedícate a la evangelización, cumple con los deberes de tu ministerio.
Pablo, prisionero por amor de Jesucristo, y el hermano Timoteo, a ti, Filemón, amado colaborador,
En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.
»Escríbele al ángel de la iglesia en Éfeso: El que anda en medio de los siete candeleros y el que tiene las siete estrellas en su mano derecha te manda este mensaje: