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Filipenses 2:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

25 Mientras tanto, creo que es necesario que regrese con ustedes Epafrodito, mi hermano, ayudante y compañero de lucha. Ustedes lo enviaron para que me atendiera en mis necesidades.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Mientras tanto, pensé que debería enviarles de vuelta a Epafrodito. Él es un verdadero hermano, colaborador y compañero de lucha. Además, fue el mensajero de ustedes para ayudarme en mi necesidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Me pareció necesario devolverles a nuestro hermano Epafrodito, que trabajó y luchó a mi lado, y al que ustedes enviaron para que atendiera mis necesidades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Sin embargo, consideré necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, y vuestro enviado,° y ministrador° de mi necesidad,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 También me considero en el deber de enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de armas, a quien delegasteis para atenderme en mis necesidades.

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Filipenses 2:25
19 Tagairtí Cros  

El mensajero fiel es como refrescante nieve en medio del calor del verano, le da nuevos ánimos a su amo.


Les aseguro que ningún sirviente es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió.


Yo los envío al mundo, así como tú me enviaste al mundo.


Saluden en mi nombre a Priscila y a Aquila. Ellos han colaborado mucho conmigo en la obra de Cristo Jesús.


Salúdenme a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi amado hermano Estaquis.


No somos más que colaboradores de Dios. Ustedes son el huerto de Dios, son el edificio de Dios.


Pero Tito, mi amado hermano, no estaba allí cuando llegué. Tan intranquilo me puso esto que me despedí y fui a buscarlo a Macedonia.


Él los extraña mucho a ustedes. Está preocupado porque ustedes se enteraron de que estaba enfermo.


He recibido todo lo que necesito y hasta más. Epafrodito me dio lo que me enviaron y ahora tengo de sobra. Su ayuda es una ofrenda de olor grato, un sacrificio que Dios acepta con agrado.


Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres. Porque han luchado a mi lado junto con Clemente y mis demás ayudantes en la obra del evangelio. Sus nombres ya están en el libro de la vida.


Epafras, nuestro muy amado colaborador, el que les enseñó el evangelio y en quien tienen ustedes a un fiel servidor de Cristo,


Jesús, al que le dicen el Justo también los saluda. Estos son los únicos judíos cristianos que trabajan conmigo por el reino de Dios y ¡de cuánto consuelo me han sido!


Por eso les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el anuncio del evangelio de Cristo, para que los anime y haga más firmes en su fe,


Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores, te envían saludos también.


Por lo tanto, hermanos míos, a quienes Dios ha apartado para sí y que participan en el mismo llamado de la salvación, piensen ahora en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe.


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