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Hechos 11:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

19 Los creyentes que habían huido de Jerusalén durante la persecución después de la muerte de Esteban, fueron a parar a Fenicia, Chipre y Antioquía. A lo largo del camino fueron esparciendo las buenas noticias, pero sólo entre los judíos.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino solo a los judíos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Mientras tanto, los creyentes que fueron dispersados durante la persecución que hubo después de la muerte de Esteban, viajaron tan lejos como Fenicia, Chipre y Antioquía de Siria. Predicaban la palabra de Dios, pero solo a judíos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Algunos que se habían dispersado a raíz de la persecución cuando el asunto de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, pero sólo predicaban la Palabra a los judíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Ahora bien, como resultado de la tribulación ocurrida a causa de Esteban, los esparcidos pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a judíos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Entre tanto, los que se habían dispersado a partir de la persecución que sobrevino cuando lo de Esteban habían llegado hasta Fenicia y Chipre y Antioquía, aunque sólo predicaban la palabra a los judíos.

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Hechos 11:19
22 Tagairtí Cros  

Limítense a visitar a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.


Los judíos se preguntaban entre ellos: «¿Y a dónde piensa irse este que no podremos encontrarlo? ¿Acaso pensará ir a los judíos que están dispersos entre las naciones, y enseñar a los griegos?


Sin embargo, varios de los creyentes que fueron a Antioquía desde Chipre y Cirene, comunicaron también las buenas noticias acerca del Señor Jesús a los griegos.


Cuando la iglesia de Jerusalén se enteró de lo que estaba pasando, enviaron a Bernabé a Antioquía.


En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé, Simeón el Negro, Lucio de Cirene, Manaén (hermano de crianza del tetrarca Herodes) y Saulo.


Dirigidos por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre.


Entonces Pablo y Bernabé valientemente les dijeron: «Era necesario que las buenas noticias de Dios las conocieran primero ustedes los judíos. Pero como las rechazan y se muestran indignos de la vida eterna, no nos queda otro remedio que ofrecérselas a los gentiles.


Finalmente, regresaron por barco a Antioquía, donde los habían encomendado a la gracia de Dios para que realizaran el trabajo que acababan de completar.


Entonces los apóstoles, los ancianos y la congregación en pleno decidieron nombrar a personas que fueran con Pablo y Bernabé a Antioquía a dar a conocer la decisión. Escogieron a Judas (conocido también como Barsabás) y a Silas. Ambos tenían buen testimonio entre los hermanos.


Después que los envió la iglesia, a lo largo del camino fueron deteniéndose en las ciudades de Fenicia y Samaria para visitar a los creyentes y contarles cómo los gentiles también estaban convirtiéndose. Y esto llenó a todos de mucha alegría.


Los cuatro mensajeros partieron inmediatamente rumbo a Antioquía, donde convocaron a la congregación y le entregaron la carta.


Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía y junto con otros muchos predicaban y enseñaban la palabra del Señor.


El desacuerdo que surgió entre ellos fue tan grande que se separaron. Bernabé tomó entonces a Marcos y zarpó con él hacia Chipre,


El próximo puerto fue Cesarea, desde donde fue a visitar a la iglesia de Jerusalén antes de seguir su viaje a Antioquía.


acompañados por varios discípulos de Cesarea, que traían con ellos a Mnasón. En Jerusalén, nos hospedamos en la casa de Mnasón, que era de Chipre y uno de los primeros discípulos.


Allí abordamos un barco que se dirigía a Fenicia.


Y cuando Dios le devolvió la vida a su Siervo, lo envió primero a ustedes para bendecirlos y para que cada uno se apartara de su maldad».


Lo hizo así, por ejemplo, José, al que los apóstoles apodaron Bernabé, que significa «hijo de consolación»; él era de la tribu de Leví y natural de la isla de Chipre.


La asamblea en pleno aprobó la recomendación. Eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y también a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, un converso de Antioquía.


Pero cuando después me encontré con Pedro en Antioquía, me opuse a él en público, y le critiqué fuertemente algo que estaba haciendo.


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