»Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.
Levítico 19:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No opriman a los extranjeros que vivan en la tierra de ustedes; no les hagan mal alguno. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Biblia Nueva Traducción Viviente »No te aproveches de los extranjeros que viven entre ustedes en la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando un forastero viva junto a ti, en tu tierra, no lo molestes. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando algún extranjero habite contigo en vuestra tierra, no lo oprimiréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si un extranjero se establece entre vosotros, en vuestra tierra, no lo molestaréis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis. |
»Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.
»No maltraten ni opriman al extranjero. Recuerden que ustedes fueron extranjeros en Egipto.
»No oprimirán al extranjero, porque ustedes saben lo que es ser extranjero. Recuerden su experiencia en Egipto.
y dejan de explotar a los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Y déjense de homicidios, y de rendirles homenaje a los ídolos, como para su mal hacen ahora.
Aun la gente común oprime y roba a los pobres y necesitados y cometen extorsión contra los extranjeros.
Los padres y las madres son desdeñosamente ignorados; se obliga a los inmigrantes y a las visitas a pagarles por su “protección”; los huérfanos y las viudas son agraviados y oprimidos;
«Dentro de poco tiempo vendré y los juzgaré. Testificaré prontamente contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los mentirosos, contra los que roban a sus jornaleros, contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y contra los que son injustos con los extranjeros, sin tener temor de mí. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
»No oprimas al pobre asalariado, sea israelita o extranjero que viva en tu pueblo.
»Debes juzgar con justicia a los exiliados y a los huérfanos; y jamás tomes como prenda la ropa de una viuda.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te rescató. Por esto es que te doy este mandamiento.
“Maldito sea el que hace injusticia con el exiliado, el huérfano y la viuda”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.