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Levítico 19:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

33 »No opriman a los extranjeros que vivan en la tierra de ustedes; no les hagan mal alguno.

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Biblia Reina Valera 1960

33 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 »No te aproveches de los extranjeros que viven entre ustedes en la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Cuando un forastero viva junto a ti, en tu tierra, no lo molestes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Cuando algún extranjero habite contigo en vuestra tierra, no lo oprimiréis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Si un extranjero se establece entre vosotros, en vuestra tierra, no lo molestaréis.

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Levítico 19:33
12 Tagairtí Cros  

»Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.


»No maltraten ni opriman al extranjero. Recuerden que ustedes fueron extranjeros en Egipto.


»No oprimirán al extranjero, porque ustedes saben lo que es ser extranjero. Recuerden su experiencia en Egipto.


y dejan de explotar a los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Y déjense de homicidios, y de rendirles homenaje a los ídolos, como para su mal hacen ahora.


Aun la gente común oprime y roba a los pobres y necesitados y cometen extorsión contra los extranjeros.


Los padres y las madres son desdeñosamente ignorados; se obliga a los inmigrantes y a las visitas a pagarles por su “protección”; los huérfanos y las viudas son agraviados y oprimidos;


«Dentro de poco tiempo vendré y los juzgaré. Testificaré prontamente contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los mentirosos, contra los que roban a sus jornaleros, contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y contra los que son injustos con los extranjeros, sin tener temor de mí. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.


»No oprimas al pobre asalariado, sea israelita o extranjero que viva en tu pueblo.


»Debes juzgar con justicia a los exiliados y a los huérfanos; y jamás tomes como prenda la ropa de una viuda.


Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te rescató. Por esto es que te doy este mandamiento.


“Maldito sea el que hace injusticia con el exiliado, el huérfano y la viuda”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.


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