Pero —añadió—, debemos consultar al Señor primero, para estar seguros si esto es lo que él quiere que hagamos.
Jueces 18:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Bien —dijeron—, pídele entonces a Dios que te diga si nuestro viaje tendrá éxito. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ellos le dijeron: Pregunta, pues, ahora a Dios, para que sepamos si ha de prosperar este viaje que hacemos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces ellos dijeron: —Pregúntale a Dios si nuestro viaje tendrá éxito. Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijeron: 'Consulta a Yavé para que sepamos si resultará este viaje que estamos haciendo'. La Biblia Textual 3a Edicion Le dijeron ellos: Te rogamos que consultes a ’Elohim, para que sepamos si ha de ser próspero el camino que llevamos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos le dijeron entonces: 'Consulta, por favor, a Dios, para que sepamos si vamos a tener éxito en el viaje que hemos emprendido'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos le dijeron: Pregunta pues, ahora a Dios, para que sepamos si este viaje que hacemos será próspero. |
Pero —añadió—, debemos consultar al Señor primero, para estar seguros si esto es lo que él quiere que hagamos.
Luego dio órdenes al sacerdote Urías de usar el nuevo altar para los holocaustos de la mañana, para la ofrenda de cereal de la tarde, así como para el holocausto y la ofrenda de grano del rey, y para las ofrendas del pueblo, incluyendo sus ofrendas de vino. La sangre del holocausto y de los sacrificios tenía que rociarla sobre el nuevo altar. El antiguo altar fue dejado solamente para uso del rey.
¡Ay de mis hijos rebeldes!, dice el Señor, ¡piden consejo de todos menos de mí, y resuelven hacer precisamente lo que yo no quiero! Hacen pactos sin mi consentimiento, y cometen pecados una y otra vez.
Esta bifurcación se debe a que el rey de Babilonia está detenido en una bifurcación, indeciso en cuanto si atacar a Jerusalén o a Rabá. Él llamará a sus magos para usar adivinación; ellos arrojarán suertes agitando flechas de su aljaba; sacrificarán a los ídolos e inspeccionarán el hígado de su sacrificio, usando todas esas costumbres paganas de adivinación.
¡Pues están pidiéndole a un pedazo de madera que les diga lo que deben hacer! Su inclinación a la idolatría los hace desviarse del camino correcto. Abandonaron a su Dios para poner su confianza en otros dioses.
Todos, desde el más pequeño hasta el más importante, le prestaban atención y decían: «Este es al que llaman el Gran Poder de Dios».
«Ahora sí que el Señor me ha de bendecir —exclamó Micaías—, porque tengo un sacerdote de verdad, ¡un levita!».
Micaías, que tenía muchos ídolos en su colección y tenía también un efod y terafines, instaló a uno de sus hijos en el cargo de sacerdote.
los cinco exploradores les dijeron a los demás: ―Aquí hay un santuario con un efod, algunos terafines y muchos ídolos de plata. Es obvio lo que tenemos que hacer.
Él les contó acerca del contrato que tenía con Micaías y que era su sacerdote privado.
―Bien —aprobó Saúl—, vayamos y probemos. Fueron entonces a la ciudad donde vivía el profeta. Mientras subían la colina hacia la ciudad, vieron a algunas jóvenes que salían a sacar agua y les preguntaron si sabían donde vivía el vidente: En aquellos días los profetas eran llamados videntes. «Vamos y preguntemos al vidente», decía la gente en vez de decir «vamos y preguntémosle al profeta».