Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jueces 13:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―Moriremos —lloraba Manoa junto a su esposa—. Hemos visto a Dios.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

y le dijo a su esposa: —¡Seguramente moriremos, porque hemos visto a Dios!

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Manoa dijo a su mujer: 'Vamos a morir porque vimos a Dios'.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Por lo cual Manoa dijo a su mujer: ¡Sin duda moriremos, porque hemos visto a ’Elohim!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo, pues, Manóaj a su mujer: 'Ciertamente vamos a morir, pues hemos visto a Dios'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Manoa a su esposa: Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jueces 13:22
11 Tagairtí Cros  

A aquel lugar Jacob le puso Peniel (rostro de Dios), porque dijo: «Vi a Dios cara a cara y me dejó con vida».


y vieron al Dios de Israel parado sobre una especie de pavimento hecho con piedras de zafiro, tan puro como el cielo.


Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los setenta ancianos de Israel subieron al monte


Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Moisés se cubrió el rostro con ambas manos, porque tenía miedo de mirar a Dios.


Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.


Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Pero ustedes nunca han oído su voz ni han visto su figura,


El Señor desechó a otras naciones más poderosas y numerosas que ustedes, y la tierra que era de ellos se la dio a ustedes como heredad.


¿Qué mortal puede oír, como hemos oído nosotros, la voz del Dios vivo, que habla desde el fuego, y vivir?


Cuando Gedeón comprendió que realmente había sido el ángel del Señor gritó: ―¡Ay, Señor Dios, he visto a tu ángel cara a cara!