Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 32:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

30 A aquel lugar Jacob le puso Peniel (rostro de Dios), porque dijo: «Vi a Dios cara a cara y me dejó con vida».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Jacob llamó a aquel lugar Peniel (que significa «rostro de Dios»), porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo, conservo la vida».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Entonces Jacob le hizo la pregunta: 'Dame a conocer tu nombre' Él le contestó: '¿Mi nombre? ¿Para qué esta pregunta?' Y allí mismo lo bendijo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peni-’El,° porque dijo: Vi a ’Elohim cara a cara, y aun así fue librada mi vida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Jacob le preguntó: 'Revélame ahora tu nombre'. Contestó él: '¿Para qué preguntas por mi nombre?'. Y le bendijo allí mismo.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 32:30
28 Tagairtí Cros  

Agar llamó al Señor, que hablaba con ella, «el Dios que me ve», pues se decía para sus adentros: «He visto al Dios que me ve».


En ese lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y la llamó Betel (Casa de Dios).


Cuando Jacob llegó a Betel desde Padán Aram, Dios se le apareció y lo bendijo nuevamente.


Jeroboán entonces edificó la ciudad de Siquén, en la región montañosa de Efraín, y la convirtió en su capital. Más tarde construyó Peniel.


Y el Señor respondió: ―Yo iré contigo y te daré descanso.


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


En aquel glorioso día de paz ya no se fabricará armamento, no habrá más uniformes de guerra manchados de sangre. Todo eso será quemado.


¡Con él hablo cara a cara! ¡Y él ve la mismísima apariencia de Dios! ¿Cómo es que se han atrevido a criticarlo?


A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.


De la misma manera, nuestros conocimientos son ahora muy limitados, como si estuviéramos viendo una figura en un espejo defectuoso; pero un día veremos las cosas como son, cara a cara. Mis conocimientos son ahora imperfectos, pero en aquel día podré conocer tal y como él me conoce a mí.


Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


Me ha sorprendido que tan pronto se estén apartando ustedes de Dios, quien les llamó y mostró su amor por medio de Cristo. Ahora han adoptado otro evangelio.


Jamás hubo otro profeta como Moisés, porque el Señor habló con él cara a cara.


y me rogaron: “Hoy nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza; hemos oído su voz desde el centro del fuego. Ahora sabemos que una persona puede oír a Dios y no morir;


Cristo es la imagen misma del Dios invisible, y existe desde antes que Dios comenzara la creación.


Esto se hizo patente con la venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien quebrantó el poder de la muerte y nos mostró la vida incorruptible por medio del evangelio.


Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo al enojo del faraón. Y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.


Un día que Josué recorría los alrededores de la ciudad de Jericó apareció un hombre junto a él con una espada desenvainada. Josué se dirigió a él y le preguntó: ―¿Eres amigo o enemigo?


y le preguntó cómo se llamaba. ―Cuando todo esto se cumpla y el niño nazca —le dijo al ángel—, queremos decir a todo el mundo que tú lo predijiste, y así te mostraremos nuestra gratitud.


―No me preguntes mi nombre —le respondió el ángel—, porque es un secreto.


También fue a Peniel, derribó la torre de la ciudad y mató a toda la población masculina.


Fue hasta Peniel, y pidió alimento allí, pero recibió la misma respuesta.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí