Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Éxodo 33:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

20 Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Sin embargo, no podrás ver directamente mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Y agregó Yavé: 'Pero mi cara no la podrás ver, porque no puede verme el hombre y seguir viviendo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

20 Dijo también: No podrás ver mi rostro, pues no me verá el hombre y vivirá.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Y añadió: 'Pero tú no puedes ver mi rostro, pues el hombre no puede verme y seguir después con vida'.

Féach an chaibidil Cóip




Éxodo 33:20
14 Tagairtí Cros  

A aquel lugar Jacob le puso Peniel (rostro de Dios), porque dijo: «Vi a Dios cara a cara y me dejó con vida».


y vieron al Dios de Israel parado sobre una especie de pavimento hecho con piedras de zafiro, tan puro como el cielo.


Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los setenta ancianos de Israel subieron al monte


Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Moisés se cubrió el rostro con ambas manos, porque tenía miedo de mirar a Dios.


Moisés, entonces, le dijo: ―¡Permíteme contemplar tu gloria!


Luego quitaré mi mano, y podrás verme la espalda, pero no el rostro.


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.


y me rogaron: “Hoy nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza; hemos oído su voz desde el centro del fuego. Ahora sabemos que una persona puede oír a Dios y no morir;


al único inmortal, el que habita en luz tan deslumbrante que ningún humano puede acercársele, y a quien nadie ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder para siempre. Amén.


¿Acaso Dios le dijo jamás a un ángel: «Siéntate a mi derecha, hasta que coloque a tus enemigos bajo tus pies»?


―Moriremos —lloraba Manoa junto a su esposa—. Hemos visto a Dios.


Cuando Gedeón comprendió que realmente había sido el ángel del Señor gritó: ―¡Ay, Señor Dios, he visto a tu ángel cara a cara!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí