y estoy desconcertado y turbado. Tengo el alma llena de aprensión y tristeza. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?
Juan 12:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »En este momento estoy lleno de angustia, ¿y por eso voy a decir: “Padre, sálvame de este sufrimiento”? ¡Si para eso he venido! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora mi alma está muy entristecida. ¿Acaso debería orar: “Padre, sálvame de esta hora”? ¡Pero esa es precisamente la razón por la que vine! Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora mi alma está turbada. ¿Diré acaso: Padre, líbrame de esta hora? ¡Si precisamente he llegado a esta hora para enfrentarme con todo esto! La Biblia Textual 3a Edicion Ahora está turbada mi alma. ¿Y qué diré?° ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas por esto mismo llegué a esta hora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Ahora mi alma se encuentra turbada. ¿Voy a decir: 'Padre, sálvame de esta hora?'. ¡Si precisamente para esto he llegado a esta hora! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¡Padre, sálvame de esta hora! Mas para esto he venido a esta hora. |
y estoy desconcertado y turbado. Tengo el alma llena de aprensión y tristeza. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?
¿Pero qué puedo decir? Pues él mismo es quien envió esta enfermedad. Por la amargura de mi alma, el sueño huyó de mí.
Todos lo despreciaron y lo rechazaron. Fue un hombre marcado por el dolor y habituado al más amargo sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo, lo ignorábamos y lo considerábamos como harapo pisoteado en el camino.
En esa ocasión, Jesús dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños.
Y se apartó de nuevo a orar: «Padre mío, si no puedes apartar de mí esta copa, hágase tu voluntad».
Cuando volvió a los discípulos les dijo: «Duerman, descansen…, pero no, ha llegado la hora. Me van a entregar en manos de los pecadores.
Estaba tan angustiado, que se puso a orar con más intensidad, y su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre.
Yo estaba con ustedes en el templo todos los días, y sin embargo, no se atrevieron a arrestarme. Pero esta es ya la hora de ustedes, hora en que reinan las tinieblas.
Entonces quitaron la piedra. Jesús miró al cielo y dijo: ―Padre, te doy gracias porque me has escuchado.
Jesús les respondió: ―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado.
Después de decir esto, Jesús se llenó de angustia y dijo: ―Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Pilato le dijo: ―Entonces eres rey. Jesús le respondió: ―Tú eres el que dices que soy rey. Yo para esto nací y vine al mundo: para hablar de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad, me escucha.
Este mensaje es verdadero y todo el mundo debe creerlo: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Por consiguiente, ya que los hijos de Dios son de carne y hueso, Jesús también compartió esa misma naturaleza de carne y hueso, para así anular, por medio de su muerte, al que tiene el dominio de la muerte, al diablo,
Cuando Cristo estaba en la tierra, con voz fuerte y muchas lágrimas ofreció ruegos y súplicas a Dios, quien podía librarlo de la muerte. Y Dios escuchó sus oraciones en virtud de su ferviente deseo de obedecer a Dios.