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Jonás 3:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Quizás Dios tenga misericordia, deje de estar enojado con nosotros y nos permita seguir viviendo».

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Biblia Reina Valera 1960

¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Quién sabe si desistirá ’Elohim y cambiará de parecer, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Quién sabe! A lo mejor Dios cambia y se arrepiente, a lo mejor vuelve atrás el ardor de su ira, y no perecemos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?

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Jonás 3:9
14 Tagairtí Cros  

David les respondió: ―Ayuné y lloré mientras el niño estaba vivo, porque me dije: “Quizás el Señor tendrá misericordia de mí, y dejará vivir al niño”.


Se acordaba del pacto que había hecho con ellos, y por su gran amor les tuvo compasión.


de modo que tu ira, tu ardiente enojo, ya se ha apagado.


Oh Señor vuelve a nosotros. ¿Cuánto tardarás? Ten compasión de tus siervos.


Pero si dejan de cometer tantas maldades y comienzan a seguir las instrucciones del Señor su Dios, él revocará todo el castigo que ha anunciado contra ustedes.


»¡Oh, rey Nabucodonosor, escúcheme, deje de cometer injusticias; haga lo que es recto, ponga fin a sus maldades, muestre misericordia a los pobres! Quizás entonces seguirá viviendo con prosperidad.


Odien el mal y amen el bien; dejen que reine la justicia en sus tribunales. Quizás así el Señor, Dios Todopoderoso, tenga compasión de los pocos israelitas que quedan.


En seguida tomaron a Jonás y lo arrojaron por la borda al mar enfurecido, y ¡la tempestad se calmó de inmediato!


El capitán bajó a buscarlo y, cuando lo encontró, le gritó: ―¿Qué haces aquí dormido? ¡No es tiempo de dormir! ¡Levántate y clama a tu Dios! ¡Quizás tenga misericordia de nosotros y nos salve!


Se quejó de ello ante el Señor: ―Señor, esto es exactamente lo que pensé que harías, cuando todavía estaba en mi tierra y me dijiste que viniera a Nínive. Por esta razón hui a Tarsis. Yo sabía que eres un Dios compasivo, misericordioso, que te cuesta mucho enojarte y que eres lleno de bondad. Yo sabía que con facilidad dejarías la idea de destruir a este pueblo.


Ustedes, los humildes del país, los que aun procuran vivir de acuerdo a las instrucciones del Señor, practiquen la justicia y vivan con humildad. Quizá así puedan ser salvados el día en que el Señor desate su castigo.