―Ese ya no será tu nombre —le dijo el varón—. A partir de hoy te llamarás Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has ganado.
Jeremías 9:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Cuídate de tu vecino! ¡Cuídate de tu hermano! Cada cual se aprovecha del otro y siempre andan hablando mal de todo el mundo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda calumniando. Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Cuidado con tu vecino! ¡Ni siquiera confíes en tu hermano! Pues un hermano saca ventaja de su hermano, y un amigo calumnia a su amigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Se engañan unos a otros,
nunca dicen la verdad,
su lengua está acostumbrada a mentir,
y no pueden convertirse. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Cuídese cada uno de su prójimo! No tenga confianza en ningún hermano, Porque todo hermano suplanta, Y todo prójimo anda calumniando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Unos a otros se engañan, no hablan con sinceridad. A decir mentiras han acostumbrado su lengua; son unos pervertidos, no se pueden Biblia Reina Valera Gómez (2023) Guárdese cada uno de su prójimo, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo prójimo anda con calumniadores. |
―Ese ya no será tu nombre —le dijo el varón—. A partir de hoy te llamarás Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has ganado.
No toleraré a nadie que en secreto calumnie a su prójimo; y no permitiré la vanidad ni el orgullo.
que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo, ni le acarrea desgracia a su vecino;
El que esconde su odio es un mentiroso; el que esparce calumnias es un necio.
Calumniar a alguien es tan dañino como herirlo con un hacha, atravesarlo con la espada o clavarle una flecha aguda.
Los malvados no duermen hasta haber hecho lo malo; no pueden descansar hasta hacer que alguien tropiece y caiga.
conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al Señor Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.
Y es que tu prueba será tan dura que hasta tus hermanos, tu propia familia, se pondrán en tu contra. ¡No confíes en ellos por más amables que sean las palabras que te dirijan!
¿No son acaso los peores rebeldes, grandes calumniadores? Son de mala calidad, como bronce y hierro, unos degenerados.
Porque siempre andan dañando con sus palabras mentirosas, como cuando saludan a un vecino diciéndole «que tengas paz», pero en su interior están pensando cómo dañarlo.
Se acusa falsamente a los prisioneros y se les envía a la muerte. La cima de cada montaña está llena de altares para los ídolos; la lascivia está en todas partes.
»No acusen falsamente de algún delito a su prójimo, porque yo soy el Señor.
¿Acaso no tenemos todos un mismo padre? ¿No fuimos todos creados por el mismo Dios? Sin embargo, hemos actuado deslealmente unos con otros, pues no le damos la mínima atención al convenio que hicieron nuestros antepasados con el Señor.
Pero tengan cuidado, porque los arrestarán y los azotarán en las sinagogas.
»El hermano entregará a muerte a su hermano, los padres traicionarán a sus hijos y los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán.
A ustedes los traicionarán aun sus padres, hermanos, parientes y amigos. Y a algunos los matarán.
y que nadie le haga daño a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todas estas cosas, como ya se lo habíamos dicho y advertido.