Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
Génesis 46:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aquella noche Dios le habló en visión: ―¡Jacob, Jacob! ―¿Qué quieres, Señor? —respondió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante la noche, Dios le habló en una visión. —¡Jacob! ¡Jacob! —lo llamó. —Aquí estoy —respondió Jacob. Biblia Católica (Latinoamericana) Dios habló a Israel durante la noche en una visión y le dijo: 'Jacob, Jacob. La Biblia Textual 3a Edicion Y habló ’Elohim a Israel en visiones de noche, y le dijo: ¡Jacob! ¡Jacob! Y él dijo: Heme aquí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habló Dios a Israel en visión nocturna, diciéndole: 'Jacob, Jacob'. Él respondió: 'Aquí estoy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. |
Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
Entonces el Señor le dijo: ―Abram, ten la seguridad de que tus descendientes van a vivir como esclavos en una tierra extraña, y los tratarán mal durante unos cuatrocientos años.
Pero esa noche Dios se le apareció a Abimélec en sueños, y le dijo: ―Eres hombre muerto, porque la mujer que tomaste tiene marido.
Después de algunos años, Dios sometió a Abraham a una prueba. ―¡Abraham! —llamó Dios. ―Aquí estoy —respondió Abraham.
En ese momento, el ángel del Señor le gritó desde el cielo: ―¡Abraham! ¡Abraham! ―Aquí estoy —contestó Abraham.
Entonces, en el sueño, el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: «Aquí estoy».
Mientras Zacarías vivía, Uzías siempre tuvo deseos de agradar a Dios. Zacarías era un hombre que tenía revelaciones especiales de Dios. Mientras el rey siguió los caminos de Dios, prosperó, porque Dios lo bendijo.
Y esa noche, en una visión, Dios le reveló a Daniel lo que el rey había soñado. Entonces Daniel alabó al Dios del cielo,
Vi en la noche a un hombre montado sobre un caballo alazán que estaba entre los mirtos, en medio de un valle. Detrás de él había otros caballos: alazanes, bayos y blancos, cada uno con su jinete.
El Señor les dijo: ―Hasta con un profeta me comunicaría con visiones y sueños;
el hombre cuyos ojos están abiertos, dice: He oído la palabra del Señor, y he visto lo que el Dios Altísimo me ha mostrado; mis ojos fueron abiertos:
Un día tuvo una visión. Eran aproximadamente las tres de la tarde. En la visión vio a un ángel de Dios que se le acercaba. ―¡Cornelio! —le dijo el ángel.
Aquella noche, Pablo tuvo una visión. En el sueño vio a un varón de Macedonia que le suplicaba: «Ven y ayúdanos».
Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías, y el Señor le habló en visión: ―¡Ananías! ―Aquí estoy, Señor —respondió.
Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
El Señor le dijo a Gedeón: «Los que están contigo son muchos. No puedo permitir que todos se enfrenten a los madianitas, porque entonces el pueblo de Israel se jactará delante de mí de que se han salvado por su propia fortaleza.
Y el Señor volvió a llamarlo como antes: ―Samuel, Samuel. Y Samuel respondió: ―Habla, Señor, que tu siervo escucha.