Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Génesis 32:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los mensajeros volvieron con la noticia de que Esaú estaba en camino para encontrarse con Jacob, ¡con cuatrocientos hombres!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Después de transmitir el mensaje, los mensajeros regresaron y le informaron a Jacob: «Nos encontramos con su hermano Esaú y ya viene en camino a su encuentro, ¡con un ejército de cuatrocientos hombres!».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

He adquirido bueyes, burros, rebaños, mozos y sirvientas. Y ahora quiero avisarte, esperando que me recibirás bien.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y los mensajeros volvieron a Jacob diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y también él viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos''.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Génesis 32:6
14 Tagairtí Cros  

¡Te suplico que me libres del furor de mi hermano Esaú! Tengo miedo, un miedo terrible de que él venga a matarme, y mate también a estas mujeres y a sus hijos.


El temor y la angustia se apoderaron de Jacob. Dividió la familia, los rebaños, las reses y los camellos en dos grupos;


porque se dijo: «Si Esaú ataca un grupo, el otro podrá escapar».


A la distancia, Jacob vio a Esaú que llegaba con cuatrocientos hombres. Entonces repartió a sus hijos entre Lea, Raquel y las dos siervas.


―Bueno —dijo Esaú—, al menos permíteme que te deje algunos hombres para que te ayuden y sirvan de guía. ―No —insistió Jacob—, no es necesario. Por favor, acepta mi sugerencia.


―¿Y para qué era todo ese ganado que he encontrado en el camino mientras venía hacia acá? —preguntó Esaú. Jacob contestó: ―Son obsequios que te envié para ganarme tu favor.


Siquén también les dijo a Jacob y a los hermanos de Dina: ―Sean bondadosos conmigo y dénmela por esposa. Yo les daré cualquier cosa que pidan.


―¡Usted nos ha salvado la vida! —le dijeron—. ¡Con todo gusto seremos esclavos del faraón!


En aquel día serán como un hombre que al huir de un león, se topa de frente con un oso; o como un hombre que en una habitación oscura se apoya en una pared y lo muerde una víbora.


―Gracias, señor —contestó ella—, tú has sido bondadoso conmigo, aunque ni siquiera soy una de tus trabajadoras.


Un día Rut le dijo a Noemí: ―Quizás yo pueda ir a los campos de algún hombre bondadoso para recoger algunas de las gavillas que quedan tras los segadores. Y Noemí dijo: ―Muy bien, hija mía, ve a hacer lo que has dicho.


―¡Oh, gracias, señor! —exclamó ella, y regresó muy alegre y comenzó a comer nuevamente.