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Génesis 27:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Luego prepárame un guiso sabroso, como a mí me gusta, y me lo traes para comérmelo. Después de eso te daré mi bendición antes de morir.

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Biblia Reina Valera 1960

y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Prepara mi comida preferida y tráemela aquí para que la coma. Entonces pronunciaré la bendición que te pertenece a ti, mi primer hijo varón, antes de que yo muera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Luego me preparas un guiso como a mí me gusta y me lo sirves, y yo te daré la bendición antes de que muera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y prepárame manjares como a mí me gustan y tráemelos para que coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que muera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

guísala como a mí me gusta y tráemela para que la coma y te bendiga antes de morir'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y hazme un guisado, como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que mi alma te bendiga antes que yo muera.

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Génesis 27:4
23 Tagairtí Cros  

Luego, Melquisedec bendijo a Abram con estas palabras: «Abram, que el Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, te bendiga.


y la despidieron con esta bendición: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millones de hijos! ¡Que tu descendencia conquiste las ciudades de sus enemigos!».


Jacob siguió las instrucciones de su madre y le trajo los dos cabritos. Su madre preparó un guiso tal como le gustaba a Isaac.


Después, le entregó a Jacob el guiso y el pan que había preparado.


―Soy Esaú, tu hijo mayor —dijo Jacob—. Hice lo que me dijiste que hiciera. Este es el guiso que preparé con lo que he cazado. Siéntate y cómelo, para que me bendigas.


Así que Isaac no reconoció a Jacob, porque sus manos eran tan velludas como las de su hermano Esaú. Antes de bendecir a Jacob,


―Entonces pásame el guiso de lo que cazaste. Me lo comeré y luego te bendeciré. Jacob se lo pasó, e Isaac comió; también bebió el vino que Jacob le había llevado.


Jacob se acercó y besó a su padre. Al oler la ropa que Jacob llevaba puesta, Isaac lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el buen aroma de un campo bendecido por el Señor.


También la preparó en la forma que a su padre le gustaba y se la llevó. ―Padre —dijo Esaú—, aquí está lo que te he preparado con lo que he cazado. Siéntate y come, para que me des la mejor de tus bendiciones.


Rebeca oyó la conversación que Isaac tuvo con su hijo Esaú. Así que tan pronto este salió al campo a cazar un animal para su padre,


que fuera a cazar algún animal para que le preparara un guiso, y que después de eso le daría su bendición.


Ve al rebaño y tráeme dos de los mejores cabritos. Con ellos le prepararé un guiso sabroso a tu padre, tal como a él le gusta.


Que el Dios Todopoderoso te bendiga y te dé muchos hijos; que llegues a ser una nación compuesta de muchas tribus.


José le respondió: ―Son mis hijos, los cuales Dios me ha dado aquí en Egipto. ―Acércamelos, para que los bendiga —dijo Israel.


Estas fueron las bendiciones que Israel pronunció sobre sus doce hijos.


Simeón los bendijo y le dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño ha sido enviado para hacer que muchos caigan o se levanten en Israel. Él será una señal y muchos se le opondrán,


Y mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.


Por la fe, Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, pensando en lo que les esperaba en el futuro.


Josué lo bendijo y le dio Hebrón como herencia permanente, por cuanto había obedecido al Señor Dios de Israel.


Josué entonces los bendijo y los despidió.