Tal como el Señor se lo había ordenado, Abram salió de Jarán, y con él también se fue Lot. En aquel tiempo Abram tenía setenta y cinco años.
Génesis 26:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Haré esto por cuanto Abraham obedeció mis mandamientos y mis leyes». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo haré esto porque Abraham me escuchó y obedeció todos mis requisitos, mandatos, decretos e instrucciones». Biblia Católica (Latinoamericana) como premio a la obediencia de Abrahán, que guardó mis leyes y cumplió mis mandamientos y preceptos. La Biblia Textual 3a Edicion por cuanto Abraham oyó mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 por haber escuchado Abrahán mi voz y haber guardado mis mandatos, mis preceptos y mis leyes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. |
Tal como el Señor se lo había ordenado, Abram salió de Jarán, y con él también se fue Lot. En aquel tiempo Abram tenía setenta y cinco años.
Aquel mismo día Abraham tomó a su hijo Ismael y lo circuncidó. También tomó a los esclavos, tanto a los que habían nacido en su casa como a los que había comprado, y a todos los demás varones que había en su casa, y los circuncidó, tal como Dios le había dicho.
Estoy seguro de que enseñará a sus descendientes a obedecerme, de modo que cuando él muera ellos continúen practicando la justicia y la honestidad. Yo, por mi parte, le cumpliré a Abraham todo lo que le he prometido».
y le dijo: ―Ya que me obedeciste y no me negaste a tu único hijo, juro por mí mismo —lo digo yo, el Señor—, que
Por haberme obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tus descendientes.
Por eso, el que desobedezca el más pequeño mandamiento, y así les enseñe a los demás, se convertirá en la persona más pequeña del reino de los cielos; pero quien obedezca y enseñe los mandamientos de Dios, será grande en el reino de los cielos.
»Todo el que presta atención a mis enseñanzas y las pone en práctica es tan sabio como el hombre que edificó su casa sobre una roca bien firme.
Por eso, amados hermanos míos, estén firmes y constantes; trabajen siempre para la obra del Señor, conscientes de que nada de lo que hagamos para el Señor será en vano.
Estando unidos a Cristo Jesús no cuenta nada si estamos circuncidados o no. Nos basta la fe que actúa a través del amor.
Por la fe, Abraham, cuando fue llamado para ir al lugar que iba a recibir como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.
Nuestro antepasado Abraham fue declarado justo por lo que hizo. Él ofreció como sacrificio a su hijo Isaac sobre el altar.