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Hebreos 11:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 Por la fe, Abraham, cuando fue llamado para ir al lugar que iba a recibir como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Por la fe Abrahán, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país que recibiría en herencia, y partió sin saber adónde iba.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que iba recibir por herencia, y salió sin saber a dónde iba.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Por la fe Abrahán obedeció cuando se le llamó para ir a un lugar que iba a recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba.

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Hebreos 11:8
32 Tagairtí Cros  

Un día Téraj decidió salir de Ur de los caldeos para irse a vivir al país de Canaán. Se llevó consigo a su hijo Abram, a su nieto Lot y a su nuera Saray. Pero cuando llegaron a la ciudad de Jarán, se quedaron viviendo en ese lugar.


Cuando Abram salió hacia la región de Canaán se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot y a toda la gente que había comprado en Jarán. También se llevó todas las cosas y animales que había conseguido.


El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.


Luego el Señor hizo que Abram saliera de su carpa, y le dijo: ―Intenta contar todas las estrellas que hay en el cielo, y verás que no puedes. ¡Pues, así de numerosos serán tus descendientes!


A ti y a tus descendientes les regalaré para siempre toda la tierra de Canaán, es decir, la tierra en que estás viviendo ahora. Y yo seré su Dios.


Cuando Dios me ordenó que saliera de la casa de mi padre, le dije a mi esposa: “Donde quiera que vayamos, me vas a hacer el favor de decir que yo soy tu hermano”.


Por haberme obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tus descendientes.


Vive en este país, y yo estaré contigo y te bendeciré, porque toda esta tierra te la daré a ti y a todos tus descendientes, tal como le prometí a Abraham, tu padre.


¿Quién ha incitado a este desde el oriente, que encuentra la victoria a cada paso? ¿Quién será, sino el Señor? Dios le ha dado victoria sobre muchas naciones, y le ha permitido pisotear a reyes y atravesar con la espada ejércitos enteros.


Sí, piensen en sus antepasados Abraham y Sara, de los cuales provienen. Se angustian por ser tan pocos y tan pequeños, pero Abraham era solamente uno cuando yo lo llamé. Pero cuando yo lo bendije, se convirtió en una gran nación.


¡Porque los traeré de vuelta a la tierra de Israel!


Pero su cuñado le respondió: ―¡Muchas gracias!, pero debo regresar a mi tierra, con mis parientes.


Así fue como José regresó a la tierra de Israel con el niño y su madre. Pero en el camino se enteró de que Arquelao, hijo de Herodes, reinaba en Judea, y tuvo miedo de ir allí.


Por medio de Cristo, Dios derramó su gracia sobre nosotros y luego nos envió a todas las naciones, para que estas sean obedientes a la fe por amor a Cristo.


Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas noticias. Por eso el profeta Isaías exclamó: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?».


Pero gracias a Dios que, si bien antes eran esclavos del pecado, ya están obedeciendo de todo corazón las enseñanzas que Dios les ha dado.


Así podemos destruir la altivez de cualquier argumento y cualquier muralla que pretenda interponerse para que el hombre conozca a Dios. De esa manera, hacemos que todo tipo de pensamiento se someta para que obedezca a Cristo.


El Señor los expulsará de la tierra no por tu bondad o rectitud, sino debido a la impiedad de las otras naciones, y para cumplir la promesa que hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.


Ellos, por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia y recibieron lo que se les prometió, cerraron bocas de leones,


Y habiendo sido perfeccionado de esa manera, llegó a ser el autor de la salvación eterna de todos los que lo obedecen.


Pero yo elegí a su padre Abraham desde aquella tierra al otro lado del río, y lo conduje hasta la tierra de Canaán, y le di muchos descendientes por medio de Isaac su hijo.


Ahora que ustedes se han purificado porque obedecen a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense con todo su corazón unos a otros,


Así mismo, esposas, obedezcan a sus esposos, para que al obedecerlos, si alguno de ellos no cree en la palabra pueda convencerlo el comportamiento de ustedes más que sus palabras,


Ya es tiempo de que el juicio comience por la propia familia de Dios. Y si comienza por nosotros, ¡imagínense el fin que les espera a los que no obedecen al evangelio de Dios!


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