Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 26:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas, y les daré todas estas tierras. Por causa de tus descendientes serán bendecidas todas las naciones de la tierra.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas de los cielos, y les daré todas estas tierras. Y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y le daré todas esas tierras. Y por tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos, daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu posteridad todas estas tierras. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra,

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 26:4
22 Tagairtí Cros  

Además, tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. De modo que sólo quien sea capaz de contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.


Ese día el Señor hizo un pacto con Abram, y le dijo: ―A tus descendientes les voy a dar toda la tierra que va desde el río de Egipto hasta el gran río, es decir, el río Éufrates.


Luego el Señor hizo que Abram saliera de su carpa, y le dijo: ―Intenta contar todas las estrellas que hay en el cielo, y verás que no puedes. ¡Pues, así de numerosos serán tus descendientes!


¿Acaso no lo convertiré en una nación grande y poderosa, y haré que sea una fuente de bendición para todas las naciones de la tierra?


Esa noche, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, tu padre. No temas, porque estoy contigo. Por amor a Abraham, mi siervo, te bendeciré y haré que tu descendencia sea muy numerosa».


Tus descendientes serán tantos como el polvo de la tierra. Llenarán la tierra de este a oeste y de norte a sur. Todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.


Que el Dios Todopoderoso te bendiga y te dé muchos hijos; que llegues a ser una nación compuesta de muchas tribus.


A ti te entregaré la tierra que les di a Abraham y a Isaac. Y después de ti se la daré a tu descendencia».


Los israelitas, pues, vivieron en la tierra de Gosén, en Egipto, consiguieron terrenos, prosperaron y tuvieron muchos hijos.


Cuando David hizo el censo, no incluyó a los hombres de veinte años para abajo, porque el Señor le había prometido multiplicar a Israel como las estrellas del cielo.


Que su nombre perdure para siempre, y continúe mientras el sol brille. Que todos sean en él bendecidos; que todas las naciones lo alaben.


Recuerda lo que le prometiste a tus siervos Abraham, Isaac e Israel cuando juraste por ti mismo: “Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda la tierra que he prometido a tus descendientes, y la heredarán para siempre”.


Con ellos establecí un pacto solemne en el que les prometí que les daría a ellos y a sus descendientes la tierra de Canaán, que era el lugar donde vivían como extranjeros.


Ustedes son los hijos de aquellos profetas y del pacto que Dios hizo con nuestros antepasados. Dios le prometió así a Abraham: “Por medio de tus descendientes bendeciré a todas las familias de la tierra”.


De la misma manera, Dios les hizo promesas a Abraham y a su descendencia. Noten ustedes que no dice que las promesas eran para los descendientes de Abraham, como si fueran muchos; sino que dice «para su descendencia»; pues bien, esa descendencia es Cristo.


Además, las Escrituras preveían el tiempo en que Dios salvaría también a los gentiles por medio de la fe. Dios le declaró esto a Abraham cuando le dijo: «Por medio de ti bendeciré a todas las naciones».


No conservarás nada del botín. Entonces el Señor aplacará su furor y tendrá misericordia de ti; tendrá compasión de ti y te hará una gran nación, como prometió a tus antepasados.


El Señor los expulsará de la tierra no por tu bondad o rectitud, sino debido a la impiedad de las otras naciones, y para cumplir la promesa que hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.


Gracias a su fe, nuestros antepasados recibieron la aprobación de Dios.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí