Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Génesis 23:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―Aunque soy un extranjero entre ustedes, les suplico que me vendan un sepulcro en el cual pueda sepultar a mi esposa.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—Aquí estoy, vivo entre ustedes como forastero y extranjero. Por favor, véndanme una parcela de terreno para darle un entierro apropiado a mi esposa.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo no soy más que un forastero en medio de ustedes. Denme una tierra en medio de ustedes, para que sea mía y pueda enterrar a mi difunta.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Forastero y extranjero soy yo entre vosotros,° dadme propiedad de sepultura entre vosotros,° y sepultaré a mi difunta lejos de mi presencia.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Soy un forastero que reside entre vosotros. Concededme una propiedad sepulcral en vuestra tierra para trasladar a mi difunta y sepultarla'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Peregrino y advenedizo soy entre vosotros; dadme heredad de sepultura con vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Génesis 23:4
21 Tagairtí Cros  

A ti y a tus descendientes les regalaré para siempre toda la tierra de Canaán, es decir, la tierra en que estás viviendo ahora. Y yo seré su Dios.


Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.


Jacob le respondió: ―He vivido ciento treinta años que han sido largos y difíciles, pero no se pueden comparar con la edad de mis antepasados.


Porque estamos aquí sólo por un momento, somos extranjeros en la tierra, como lo fueron nuestros antepasados; nuestros días sobre la tierra son como una sombra, sin ninguna esperanza.


Y sé que tu propósito para conmigo es la muerte.


En esta tierra soy un extranjero; necesito que tus mandamientos me guíen, no los escondas de mí.


»¡Escucha mi plegaria, Señor; escucha mi clamor! No te quedes indiferente a mis lágrimas, porque soy huésped tuyo, soy viajero que pasa por la tierra, como lo fueron todos mis antepasados.


Tuvieron un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, porque dijo: «Soy forastero en tierra extraña».


Entonces, sobrevendrá el temor por las alturas y por los peligros del camino. El almendro florecerá, la langosta resultará una carga y la alcaparra no servirá de nada porque cada uno de nosotros se va a su hogar eterno y ya rondan en las calles los que lloran su muerte.


y el polvo vuelva a la tierra de donde vino, y el espíritu regrese a Dios que lo dio.


Si un hombre tiene cien hijos y otras tantas hijas y vive hasta muy anciano, pero al morir deja tan poco dinero que no le alcanza a sus hijos ni para enterrarlo decentemente, yo digo que mejor hubiera nacido muerto.


»Recuerden, la tierra es mía, de modo que no pueden venderla definitivamente. Ustedes son solamente arrendatarios y tendrán la tierra a su cargo.


transportaron sus cadáveres a Siquén para enterrarlos en la tumba que Abraham les había comprado a los hijos de Jamor, padre de Siquén.


Pero no le concedió que poseyera en ella ni el más mínimo pedazo de terreno. En cambio, le prometió que él y sus descendientes poseerían todo aquel país: ¡Y Abraham no tenía hijos!


Por la fe vivió como extranjero en la Tierra prometida. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también eran herederos de la misma promesa,


Queridos hermanos, les pido, como si ustedes fueran extranjeros y estuvieran de paso por este mundo, que se mantengan lejos de los malos deseos que luchan contra la vida.