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Gálatas 4:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ustedes bien saben cómo me acogieron la primera vez que les prediqué el evangelio, aun cuando entonces estaba enfermo.

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Biblia Reina Valera 1960

Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin duda, recordarán que yo estaba enfermo la primera vez que les llevé la Buena Noticia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Recuerden que en los comienzos, cuando les anuncié el Evangelio, yo estaba enfermo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sabéis que por una debilidad de la carne os proclamé las buenas nuevas la primera vez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabéis que la primera vez que os anuncié el Evangelio fue a consecuencia de una debilidad corporal

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio,

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Gálatas 4:13
13 Tagairtí Cros  

»Si un hombre pierde el cabello, aunque quede calvo, no es leproso.


Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas noticias del reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente.


Luego atravesaron Frigia y Galacia, porque el Espíritu Santo les prohibió predicar en la provincia de Asia.


Me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo.


«En sus cartas se expresa muy bruscamente y con palabras duras», dicen algunos. «¡Pero cuando llegue verán que en persona no impresiona a nadie y que no existe peor predicador!».


Si tengo de qué jactarme, prefiero jactarme de mis debilidades.


Quizás yo sea un mal orador, pero por lo menos sé lo que estoy diciendo, como ya se los he demostrado muchas veces.


Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también, al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios para tratar con ustedes.


Me ha sorprendido que tan pronto se estén apartando ustedes de Dios, quien les llamó y mostró su amor por medio de Cristo. Ahora han adoptado otro evangelio.


Hermanos, sean como yo, porque yo me he identificado con ustedes. Ustedes no me han ofendido en nada.


Y aunque mi enfermedad fue una prueba para ustedes, no me rechazaron ni me echaron de entre ustedes. Al contrario, me cuidaron como si hubiera sido un ángel de Dios o Jesucristo mismo.


No hay nada malo en que muestren interés por los demás, siempre que lo hagan con buenas intenciones. Y tampoco en que sea siempre y no sólo cuando estoy con ustedes.