Éxodo 22:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No hagan daño alguno a la viuda o al huérfano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Biblia Nueva Traducción Viviente »No explotes a la viuda ni al huérfano. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ustedes lo hacen, ellos clamarán a mí, y yo escucharé su clamor, La Biblia Textual 3a Edicion No afligiréis a la viuda o al huérfano.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si los maltratas y claman a mí, yo escucharé su queja; Biblia Reina Valera Gómez (2023) A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. |
e hicieron que los clamores de los pobres llegaran a oídos del Señor. Sí, él escucha el llanto de los oprimidos.
Señor, tú ves todos los problemas y el dolor que han causado. Castígalos, pues, Oh, Señor; el huérfano se encomienda en tus manos; tú eres auxilio del desvalido.
Porque el ángel del Señor acampa alrededor de todos los que le temen y los libra.
Porque defensor suyo es el Señor, y él lastimará a quienes los lastimen.
No despojes de su tierra al huérfano indefenso cambiando de lugar los antiguos linderos,
Aprendan a hacer el bien, a ser justos y a ayudar a los pobres, a los huérfanos y a las viudas.
Tus caudillos son rebeldes, compinches de ladrones; todos son sobornables y no defienden a las viudas ni a los huérfanos.
de modo que no haya justicia para los pobres, las viudas y los huérfanos. Sí, es cierto que hasta roban a las viudas y a los niños sin padre.
y dejan de explotar a los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Y déjense de homicidios, y de rendirles homenaje a los ídolos, como para su mal hacen ahora.
Así, y sólo así, les dejaré permanecer en esta tierra que di a sus antepasados para siempre.
Los padres y las madres son desdeñosamente ignorados; se obliga a los inmigrantes y a las visitas a pagarles por su “protección”; los huérfanos y las viudas son agraviados y oprimidos;
Dejen de oprimir a las viudas y a los huérfanos, a los extranjeros y a los pobres. Dejen de pensar en cometer maldades contra sus vecinos.
«Dentro de poco tiempo vendré y los juzgaré. Testificaré prontamente contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los mentirosos, contra los que roban a sus jornaleros, contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y contra los que son injustos con los extranjeros, sin tener temor de mí. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que por un lado hacen oraciones larguísimas en las calles y por el otro les roban las casas a las viudas! ¡Hipócritas!
que hace justicia a los huérfanos y a las viudas; que ama al exiliado y le da alimento y vestido.
No te niegues a prestarles porque el año de la remisión se encuentre cerca. Si te niegas a hacerle el préstamo y la persona necesitada clama al Señor, te será contado como pecado.
»Debes juzgar con justicia a los exiliados y a los huérfanos; y jamás tomes como prenda la ropa de una viuda.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te rescató. Por esto es que te doy este mandamiento.
“Maldito sea el que hace injusticia con el exiliado, el huérfano y la viuda”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.
La religión pura y sin mancha que a Dios le agrada es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus problemas, y estar siempre limpio sin mancharse con la maldad del mundo.