los cántaros, las despabiladeras, las tazas, las cucharillas, los incensarios, los quiciales de las puertas del Lugar Santísimo, y de la entrada principal del templo. Todo esto fue hecho de oro macizo.
Esdras 1:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los utensilios que Ciro entregó, fueron: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, Biblia Nueva Traducción Viviente La siguiente es una lista de los artículos que se devolvieron: tazones de oro 30 tazones de plata 1000 recipientes de plata para quemar incienso 29 Biblia Católica (Latinoamericana) Esta es la lista: 30bandejas de oro, 1.000 bandejas de plata, 29cuchillos, La Biblia Textual 3a Edicion Y esta fue su cuenta: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 He aquí el inventario: treinta bandejas de oro, mil bandejas de plata, veintinueve cuchillos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esta es la cuenta de ellos; treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, |
los cántaros, las despabiladeras, las tazas, las cucharillas, los incensarios, los quiciales de las puertas del Lugar Santísimo, y de la entrada principal del templo. Todo esto fue hecho de oro macizo.
Cuando todo estuvo acabado, el resto del dinero fue llevado al rey y a Joyadá, quienes lo usaron para hacer cucharones de oro y plata, incensarios y otros instrumentos necesarios para los sacrificios y ofrendas. Durante toda la vida del sumo sacerdote Joyadá se ofrecieron holocaustos en el templo en forma continua.
Hiram Abí hizo también las ollas, palas y palanganas necesarias para los sacrificios. De esta manera dio por terminado el trabajo que le había señalado el rey Salomón:
Construyó, asimismo, diez mesas, y colocó cinco junto al muro de la derecha y cinco junto al de la izquierda, y moldeó cien tazones de oro sólido.
treinta tazas de oro, cuatrocientas diez tazas de plata de inferior calidad y mil objetos diversos.
La lista de todo lo que entregué a los sacerdotes, es: veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, cien utensilios de plata que pesaban tres mil trescientos kilos, tres mil trescientos kilos de oro y veinte tazones de oro avaluados en mil monedas de oro. Además, había dos hermosos vasos de bronce pulido, que eran tan preciosos como el oro.
Los sacerdotes y los levitas aceptaron la responsabilidad de transportarlos al templo de Dios en Jerusalén.
Esta consistía en una bandeja de plata que pesaba más de un kilo y medio y un tazón de plata de más de ochocientos gramos, llenos los dos con ofrendas de harina y aceite.
Mal aconsejada por su madre, la muchacha pidió que le trajeran la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.