Y Sara dijo: «Dios me ha hecho reír, y cualquiera que oiga que he tenido un hijo, se reirá conmigo.
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tiempo para gemir y tiempo para bailar;' La Biblia Textual 3a Edicion Tiempo de llorar y tiempo de reír, Tiempo de endechar y tiempo de bailar, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay tiempo de llorar y tiempo de reír. Hay tiempo de gemir, y tiempo de bailar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentar, y tiempo de danzar; |
Y Sara dijo: «Dios me ha hecho reír, y cualquiera que oiga que he tenido un hijo, se reirá conmigo.
Cuando la procesión entró en la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó a la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante del Señor, se enojó mucho con él y lo despreció.
Entonces, él transformó mi dolor en danza. Me quitó mi ropa de luto y me vistió de fiesta,
Un instante dura su ira; su gracia perdura de por vida. Las lágrimas pueden huir la noche entera, pero al amanecer habrá gozo.
Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó una pandereta y dirigió a las mujeres en las danzas, y
Tiempo de esparcir piedras; Tiempo de recoger piedras; Tiempo de abrazar; Tiempo de no abrazar;
Disfruta de los buenos tiempos siempre que puedas, y cuando lleguen los malos tiempos, reconoce que unos y otros proceden de Dios, para que todos se den cuenta de que no hay nada seguro en esta vida.
Hablen tiernamente a Jerusalén y díganle que han terminado sus días de dolor y amargura. Sus pecados han sido perdonados, y el Señor le dará el doble de bendiciones comparado con el castigo que ha recibido.
“Si tocamos la flauta ustedes no bailan, y si cantamos canciones tristes ustedes no lloran”.
―¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? —les preguntó Jesús—. ¡Claro que no! Pero llegará el momento en que les quitarán al novio y entonces sí ayunarán.
Sus vecinos y familiares se llenaron de alegría al enterarse de que el Señor había sido misericordioso.
Si alguien se alegra, alégrense con él; si alguien está triste, acompáñenlo en su tristeza.
Dios a veces permite que nos vengan tristezas para impulsarnos a apartarnos del pecado y tener la salvación. Jamás debemos quejarnos de estas tristezas. Pero las tristezas del mundo sólo producen muerte.
Llénense de angustia, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza.