¡Juro que por lo que has hecho haré que tu propia familia se rebele contra ti! Tus esposas serán de otros hombres, y las poseerán ante tus ojos y ante el pueblo.
2 Samuel 15:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey y los de su casa se pusieron en marcha inmediatamente. David sólo dejó a diez de sus concubinas para que se ocuparan del cuidado del palacio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas, para que guardasen la casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey salió de inmediato junto con todos los de su casa. No dejó a nadie excepto a diez de sus concubinas para que cuidaran el palacio. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey salió a pie con toda su familia, dejando en la ciudad a diez concubinas para que cuidaran el palacio. La Biblia Textual 3a Edicion Salió entonces el rey con toda su casa tras él. Pero el rey dejó a diez mujeres concubinas para cuidar la casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió entonces el rey, a pie, con toda su familia, y dejó diez concubinas al cuidado de la casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas para que guardasen la casa. |
¡Juro que por lo que has hecho haré que tu propia familia se rebele contra ti! Tus esposas serán de otros hombres, y las poseerán ante tus ojos y ante el pueblo.
―Había dos hombres en cierta ciudad: uno muy rico, que tenía muchos rebaños de ovejas y manadas de cabras;
―Estamos con usted, mi rey —le respondieron los oficiales—. Haremos lo que nos ordene.
Al llegar a la última casa de la ciudad, David se detuvo, y todos sus oficiales se colocaron junto a él, mientras que el resto de la gente seguía adelante. Así que delante del rey pasaron los quereteos, los peleteos, y los seiscientos guititas que habían acompañado a David desde Gat.
Siendo que Absalón, al que habíamos elegido como rey, ha muerto, ¿por qué no le rogamos al rey David que regrese y siga siendo nuestro rey?».
Cuando llegó a su palacio, David ordenó que las diez esposas que había dejado para que cuidaran la casa fueran puestas en reclusión. Siguió dándoles su sustento, pero no volvió a dormir con ellas. Así fue que, hasta el día de su muerte, esas mujeres vivieron encerradas y como si fueran viudas.
No se amolden a la conducta de este mundo; al contrario, sean personas diferentes en cuanto a su conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Cuando Barac convocó a los hombres de Zabulón y Neftalí para movilizarse hacia Cedes, se presentaron diez mil voluntarios. Y Débora fue con ellos.
Se preparó con prontitud, tomó consigo a cinco de sus doncellas, montó en su burro, y siguió a los hombres hasta la presencia de David, y fue su esposa.