Hasta los jóvenes quedan sin aliento y los muchachos se dan por vencidos.
2 Corintios 4:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Dios, en su misericordia, es el que nos permite servirle, y por eso no nos damos nunca por vencidos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, ya que Dios, en su misericordia, nos ha dado este nuevo camino, nunca nos damos por vencidos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ese es nuestro ministerio, y como lo tenemos por gracia de Dios, no nos desanimamos. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según la misericordia que recibimos, no desmayamos; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos; |
Hasta los jóvenes quedan sin aliento y los muchachos se dan por vencidos.
Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas: emprenderán vuelo como si tuvieran alas de águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no desfallecerán.
Tú has dicho: «¡Ay de mí! ¿No tengo ya suficientes tribulaciones? ¡Y ahora el Señor ha añadido más! Cansado me tienen mis propios suspiros y no hallo reposo».
Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.
¿Quién es Pablo? y ¿quién es Apolos? No somos más que siervos de Dios por medio de los cuales ustedes creyeron, y eso según lo que el Señor le asignó a cada uno.
En cuanto a las personas solteras, no tengo ningún mandamiento del Señor, pero les daré mi opinión, que es la opinión de uno en quien por la misericordia de Dios pueden confiar.
Él nos ha capacitado para que seamos siervos del nuevo pacto, no basado en la ley sino en la obra del Espíritu, porque la ley condena a muerte, pero el Espíritu da vida.
Por eso, nunca nos damos por vencidos. Aunque este cuerpo nuestro se va desgastando, por dentro nos renovamos cada vez más.
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo por lo que Jesucristo hizo. Y Dios nos ha otorgado la tarea de la reconciliación.
Así que no nos cansemos de hacer el bien, porque si lo hacemos sin desmayar, a su debido tiempo recogeremos la cosecha.
Por eso les suplico que no se desanimen a causa de mis sufrimientos. Por ustedes sufro, y eso debe hacerlos sentirse honrados.
Antes, yo me burlaba de su nombre, perseguía a sus seguidores y era un insolente. Pero Dios tuvo misericordia de mí, porque, como era incrédulo, no sabía lo que hacía.
Por eso, piensen en el ejemplo que él nos dejó, pues siguió adelante a pesar de tanta oposición por parte de los pecadores. Por tanto, no se cansen ni pierdan el ánimo,
Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; antes no habían tenido compasión de ustedes, pero ahora ya les tienen compasión.
Y sé también que has sufrido por mi causa pacientemente y sin claudicar.