José, entonces, ordenó a sus esclavos que llenaran los costales de los hombres. Pero también ordenó que dentro de los costales colocaran el dinero que sus hermanos habían pagado por el trigo. Además les dio comida para el camino.
1 Pedro 3:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 No le hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario, bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Biblia Nueva Traducción Viviente No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él les concederá su bendición. Biblia Católica (Latinoamericana) No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición. La Biblia Textual 3a Edicion no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no devolváis mal por mal, ni insulto por insulto, sino, al contrario, bendecid, porque para esto habéis sido llamados, para ser herederos de la bendición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que heredaseis bendición. |
José, entonces, ordenó a sus esclavos que llenaran los costales de los hombres. Pero también ordenó que dentro de los costales colocaran el dinero que sus hermanos habían pagado por el trigo. Además les dio comida para el camino.
No digas: «¡Me vengaré por el mal que me has hecho!». Confía en el Señor y él actuará por ti.
El que lleva al justo por el camino del pecado, caerá en su propia trampa; pero los intachables heredarán el bien.
Y cualquiera que haya dejado hogar, hermanos, hermanas, padre, madre, esposa, hijos, tierras, por seguirme, recibirá cien veces lo que haya dejado, aparte de recibir la vida eterna.
»Entonces yo, el Rey, diré a los de mi derecha: “Vengan, benditos de mi Padre. Entren al reino que está preparado para ustedes desde la fundación del mundo,
Pero yo les digo: No paguen mal por mal. Si los abofetean en la mejilla derecha, presenten la otra.
Pero yo les digo: ¡Amen a sus enemigos! ¡Oren por quienes los persiguen!
Iba a seguir su camino cuando un hombre llegó corriendo hasta él y, de rodillas, le preguntó: ―Buen Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
Un maestro de la ley fue ante Jesús y lo quiso poner a prueba haciéndole esta pregunta: ―Maestro, ¿qué tengo que hacer para tener la vida eterna?
Uno de los jefes de los judíos le preguntó: ―Maestro bueno, ¿qué debo hacer para tener la vida eterna?
Nunca le paguen a nadie mal con mal. Al contrario, busquen hacerles el bien a todos.
Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.
Y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los hizo justos; y a los que hizo justos, los glorificó.
Y así sucedió para que ahora Dios pueda dar también a los gentiles la misma bendición que prometió a Abraham; y para que nosotros podamos recibir la promesa del Espíritu Santo a través de esta fe.
Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás.
Y después, como ustedes ya saben, quiso heredar esa bendición, ¡pero fue rechazado!; y, aunque con lágrimas buscó la bendición, no se le dio oportunidad de arrepentirse.
«En verdad te bendeciré abundantemente y te multiplicaré en gran manera».
Y después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios mismo los restaurará, los hará fuertes, firmes, y les dará seguridad.
Pero Dios me libre de matar al hombre que él ha escogido como rey. Pero mira, llevémonos su lanza y su cántaro.