Mis verdaderos héroes son la gente santa del país. ¡Ellos son la gente que verdaderamente me agrada!
1 Juan 3:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si amamos a los demás hermanos, hemos pasado de la muerte a la vida. El que no ama a los demás está muerto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente Si amamos a nuestros hermanos creyentes, eso demuestra que hemos pasado de muerte a vida; pero el que no tiene amor sigue muerto. Biblia Católica (Latinoamericana) pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida. La Biblia Textual 3a Edicion Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida,° porque amamos a los hermanos; el que no ama,° permanece en la muerte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama, permanece en la muerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. |
Mis verdaderos héroes son la gente santa del país. ¡Ellos son la gente que verdaderamente me agrada!
El hombre que se aparta del sentido común va a parar entre los muertos.
»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.
porque este hijo mío estaba muerto pero ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado”. Y comenzaron la fiesta.
Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y lo hemos encontrado”».
Si se aman unos a otros, todos se darán cuenta de que son mis discípulos».
»Les aseguro que el que presta atención a lo que digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, porque ha pasado de la muerte a la vida.
Sabemos que cuando esta tienda de campaña en que vivimos se desmantele, recibiremos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.
En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
Por eso, desde que me enteré de la fe que ustedes han depositado en el Señor Jesús y del amor que demuestran hacia todo el pueblo santo,
Antes de ser cristianos, ustedes estaban muertos para Dios a causa de sus delitos y pecados.
que, aunque estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos dio vida con Cristo, pues solo por su gracia somos salvos.
porque nos han hablado de lo mucho que confían en el Señor y de cuánto amor le tienen al pueblo de Dios.
Con respecto al amor entre los hermanos, no hace falta que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.
Ahora que ustedes se han purificado porque obedecen a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense con todo su corazón unos a otros,
En fin, vivan ustedes en armonía unos con otros. Compartan sus penas y alegrías, ámense como hermanos, tengan compasión y sean humildes.
a la devoción a Dios, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.
¿Cómo podemos saber que conocemos a Dios? Si obedecemos sus mandamientos.
Su mandamiento es que creamos en Jesucristo su Hijo y que nos amemos unos a otros, como lo mandó.
Porque aunque nunca hemos visto a Dios, si nos amamos unos a otros Dios habita en nosotros, y su amor en nosotros crece cada día más.
A ustedes, que creen en el Hijo de Dios, les he escrito sobre estas cosas para que sepan que tienen la vida eterna.
Así que podemos medir el amor que sentimos hacia los hijos de Dios, hermanos nuestros en la fe, por el amor que sentimos hacia Dios y la obediencia que le rendimos.