Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





1 Juan 2:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 ¿Cómo podemos saber que conocemos a Dios? Si obedecemos sus mandamientos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Vean cómo sabremos que lo conocemos: si cumplimos sus mandatos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y en esto sabemos que lo hemos conocido: si guardamos sus mandamientos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y en esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.

Féach an chaibidil Cóip




1 Juan 2:3
26 Tagairtí Cros  

Si tú me ayudas, correré para seguir tus mandamientos.


Entonces no seré avergonzado, cuando compare mi vida con tus mandamientos.


Y después de tanto sufrimiento comprenderá por qué fue necesaria su obediencia y su intercesión. Porque fue mediante su sufrimiento y por haber llevado sobre sí el pecado de muchos que mi siervo hará que ellos sean declarados inocentes y aceptados por Dios. Por lo tanto, yo le daré como premio toda la honra y todo poder.


»¿Por qué me llaman “Señor, Señor”, si no me obedecen?


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


Si obedecen mis mandamientos, no se apartarán de mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y su amor no se aparta de mí.


Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


Y habiendo sido perfeccionado de esa manera, llegó a ser el autor de la salvación eterna de todos los que lo obedecen.


Les escribo estas cosas, padres, porque conocen al que existía desde el principio. Les escribo, jóvenes, porque han triunfado sobre el maligno. Les he escrito, queridos hijos, porque han conocido al Padre.


Si amamos a los demás hermanos, hemos pasado de la muerte a la vida. El que no ama a los demás está muerto.


Así sabremos a ciencia cierta que somos de la verdad y nos sentiremos seguros ante la presencia de Dios.


El que permanece cerca de él no practica el pecado; pero el que vive entregado al pecado nunca lo ha visto ni conocido.


Él ha puesto su Santo Espíritu en nuestros corazones como testimonio de que vivimos en él y él en nosotros.


Amados, pongamos en práctica el amor mutuo, porque el amor es de Dios. Todo el que ama y es bondadoso da prueba de ser hijo de Dios y de conocerlo bien.


Sabemos que somos hijos de Dios. El mundo que nos rodea está bajo el dominio de Satanás,


Así que podemos medir el amor que sentimos hacia los hijos de Dios, hermanos nuestros en la fe, por el amor que sentimos hacia Dios y la obediencia que le rendimos.


Amar a Dios es obedecer sus mandamientos; y esto no es difícil,


Furioso al darse cuenta de esto, el dragón se propuso atacar a los demás hijos de la mujer, que son los que guardan los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús.


Aquí se verá la paciencia del pueblo santo que obedece los mandamientos de Dios y es fiel a Jesús.


»Benditos los que lavan su ropa para tener derecho a entrar por la puerta de la ciudad y comer el fruto del árbol de la vida.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí