Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zilla, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mi dicho; que un hombre he matado por haberme herido, y un mancebo, por haberme pegado.
Levítico 19:18 - Biblia Version Moderna (1929) ¶No te vengarás, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo; sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) No te vengarás ni guardarás rencor contra tus paisanos, sino que más bien amarás a tu prójimo como a ti mismo, pues Yo soy Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion No te vengarás, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.° Yo, YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No seas vengativo ni rencoroso contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo soy Jehová. |
Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zilla, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mi dicho; que un hombre he matado por haberme herido, y un mancebo, por haberme pegado.
Absalom empero no hablaba palabra con Amnón, ni mala ni buena; porque Absalom aborrecía a Amnón, porque había humillado a su hermana Tamar.
Y Absalom dió orden a sus mozos, diciendo: Ruégoos advirtáis cuando el corazón de Amnón esté alegre con el vino; y al deciros yo: ¡Herid a Amnón! entonces matadle; no temáis; ¿no soy yo quién os lo ha mandado? ¡Tened fortaleza y sed hombres valientes!
No digas: Yo mismo vengaré el agravio: espera a Jehová, y él te salvará.
Como uno de vuestra misma nación os ha de ser el extranjero que morare con vosotros, y le amarás como a ti mismo: porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
¶Y he aquí que llegándose uno le dijo: Buen Maestro, ¿qué cosa buena debo yohacer para tener vida eterna?
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Un nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros; así como yo os he amado, para que vosotros también os améis los unos a los otros.
Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: ¡No te hagas ningún daño; porque todos estamos aquí!
No devolváis a nadie mal por mal. Poned cuidado en hacer lo que sea honroso delante de todos los hombres.:
No os venguéis, amados míos, sino dad lugar a la ira de Dios, pues que escrito está: ¡Mía es la venganza; yo daré la recompensa! dice el Señor.
porque es ministro de Dios para bien tuyo. Mas si hicieres lo que es malo, teme; porque no en vano lleva la espada: porque es ministro de Dios, vengador suyo, para ejecutar ira sobre aquel que obra mal.
Porque esto:No cometerás adulterio;No matarás;No hurtarás;No codiciarás;y cualquier otro mandamiento que haya, en esta palabra se resume, es a saber: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Porque toda la ley se cumple en una sola palabra, es decir, en esta: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
idolatría, hechicería, enemistades, riñas, celos, iras, facciones, divisiones, sectas,
Toda amargura, y enojo, e ira, y clamor, y maledicencia quítense de en medio de vosotros, y también toda malicia;
Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras, el espanto: así el mancebo como la doncella perecerán, el niño de pecho como el hombre cano.
Mía es la venganza y la retribución; al debido tiempo resbalará su pie; porque se acerca el día de su calamidad, y se apresuran los males preparados para ellos.
Mas ahora, renunciad también vosotros a todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, palabras torpes de vuestra boca.
Porque sabemos quién es aquel que ha dicho: Mía es la venganza; yo daré la recompensa. Y otra vez dice: Juzgará el Señor a su pueblo.
Si, al contrario de esto, cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, hacéis bien:
POR lo cual, poniendo aparte toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias, y toda suerte de maledicencias,
Y este mandamiento tenemos de parte de él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano.