No; le pondré al corriente para que ordene a sus hijos y a su casa, después de él, que observen la ley del Señor, practicando la justicia y el derecho, de modo que el Señor cumpla en Abrahán cuanto ha prometido acerca de él'.
Proverbios 4:4 - Biblia Martin Nieto Él me instruía diciéndome: 'Que tu corazón guarde mis palabras, observa mis preceptos y vivirás. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi padre me enseñó: «Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y vivirás. Biblia Católica (Latinoamericana) él me instruía entonces en estos términos: '¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!' La Biblia Textual 3a Edicion Y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él me enseñaba y me decía: 'Retenga tu corazón mis palabras', guarda mis preceptos y vivirás, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos, y vivirás. |
No; le pondré al corriente para que ordene a sus hijos y a su casa, después de él, que observen la ley del Señor, practicando la justicia y el derecho, de modo que el Señor cumpla en Abrahán cuanto ha prometido acerca de él'.
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.
dentro de mi corazón conservo tus órdenes para no pecar nunca contra ti.
Enseña al niño el buen camino, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón guarde mis preceptos;
Guarda mis preceptos y vivirás; que sea mi enseñanza como la niña de tus ojos.
Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.
Jeremías respondió: 'No te entregarán a ellos. Escucha la voz del Señor que yo te he referido y te resultará bien: Salvarás tu vida.
y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso lo que yo os digo, lo digo tal y como me lo ha dicho el Padre'.
Y vosotros, padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino educadlos en la disciplina y en la corrección como quiere el Señor.
Pon atención, y no te olvides de lo que has visto con tus ojos ni lo dejes escapar nunca de tu corazón. Antes bien, enséñaselo a tus hijos y a tus nietos.
avivando el recuerdo de tu fe sincera, la que primero tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice y que, con toda seguridad, tienes tú también.
Desde la infancia conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo.
así alcanzó la perfección y se convirtió para todos aquellos que le obedecen en principio de salvación eterna,
Manóaj le preguntó: 'Cuando se cumpla tu palabra, ¿qué norma hemos de seguir con el niño? ¿Qué haremos con él?'.