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Isaías 55:3 - Biblia Martin Nieto

3 Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Vengan a mí con los oídos bien abiertos. Escuchen, y encontrarán vida. Haré un pacto eterno con ustedes. Les daré el amor inagotable que le prometí a David.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometidos a David.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¡Inclinad vuestro oído y venid a mí! ¡Escuchad, y vuestra alma vivirá! Y Yo haré con vosotros un pacto eterno, Las misericordias fieles prometidas a David.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchadme y viviréis. Quiero sellar con vosotros una alianza eterna, las gracias permanentes de David.

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Isaías 55:3
45 Tagairtí Cros  

Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.


El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.


Mi casa es estable junto a Dios, porque hizo conmigo un pacto eterno, bien reglamentado y garantizado en todo. Él hace que broten mis triunfos y que se cumplan mis deseos.


Dígnate bendecir la casa de tu siervo para que permanezca siempre en tu presencia. Porque eres tú, Señor, el que has hablado, y con tu bendición la casa de tu siervo será bendita para siempre'.


Señor Dios, no apartes tu mirada de tu ungido. Recuerda los favores que hiciste a tu siervo David'.


yo cumplo de corazón todos tus decretos, los cumplo siempre y con toda exactitud.


Que yo pueda vivir para alabarte, que tu justicia me proteja.


yo haré de él mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.


Yo le seré leal eternamente, firme será con él mi pacto;


Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.


Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones;


Guarda mis preceptos y vivirás; que sea mi enseñanza como la niña de tus ojos.


Estad atentos, pueblos; naciones, prestadme oídos, porque de mí viene la ley, y mi derecho será la luz de los pueblos.


Vacilarán los montes, las colinas se conmoverán; pero mi bondad hacia ti no desaparecerá ni vacilará mi alianza de paz -dice el Señor-, el que de ti se compadece.


En un rapto de mi cólera oculté de ti mi rostro un instante, mas con eterna bondad de ti me apiado -dice tu redentor, el Señor-.


Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno.


sino que servirán al Señor, su Dios, y a David, su rey, que yo les suscitaré.


Y haré con ellos una alianza eterna: no cesaré de concederles favores, haré que me respeten y que no se aparten más de mí.


jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos.


Jeremías respondió: 'No te entregarán a ellos. Escucha la voz del Señor que yo te he referido y te resultará bien: Salvarás tu vida.


Preguntarán por el camino hacia Sión y hacia allí dirigirán su rostro: '¡Venid, unámonos al Señor con una alianza eterna, que no se olvide más!'.


Pero yo me acordé de la alianza pactada contigo en los días de tu juventud y renovaré contigo una alianza eterna.


Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos: Yo, el Señor, he hablado.


Haré con ellos un pacto de paz y exterminaré del país las bestias feroces; morarán tranquilos hasta en el desierto y reposarán en los bosques.


Haré con ellos una alianza de paz que no tendrá fin; los estableceré y los multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre.


Observaréis mis preceptos y mis leyes, pues el que los cumpla encontrará la vida en ellos: yo, el Señor.


Esto dice el Señor a la casa de Israel: Buscadme y viviréis.


Buscad al Señor y viviréis, no sea que invada como el fuego la casa de José y devore a Betel, sin que haya quien la apague.


Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré.


'¡Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen!


Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y una voz desde la nube dijo: 'Éste es mi hijo amado, mi predilecto, escuchadlo'.


Mis ovejas escuchan mi voz. Yo las conozco y ellas me siguen;


Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo,


El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús en pie y en voz alta dijo: 'El que tenga sed, que venga a mí;


El que es de Dios acepta las palabras de Dios. Vosotros no las aceptáis porque no sois de Dios'.


Y que Dios lo ha resucitado de los muertos de forma que no vuelva más a la corrupción, lo había afirmado: Os cumpliré las promesas firmes que hice a David.


Moisés dice de la justicia que viene de la ley que el hombre que la practica, por ella, vivirá.


El Dios de la paz, que por la sangre de la alianza eterna resucitó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesucristo,


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