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Proverbios 20:7 - Biblia Martin Nieto

El justo procede con honestidad, ¡dichosos sus hijos después de él!

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Biblia Reina Valera 1960

Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El justo que lleva una vida irreprochable; ¡felices sus hijos después de él!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

El justo que camina en su integridad, Deja hijos bienaventurados tras él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El justo camina en su integridad. ¡Dichosa será su descendencia!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El hombre justo camina en su integridad, bendecidos serán sus hijos después de él.

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Proverbios 20:7
18 Tagairtí Cros  

Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.


Había en el país de Hus un hombre llamado Job, hombre perfecto, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal.


Su prole será poderosa sobre la tierra, y bendita la raza de sus hombres rectos.


El que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de corazón


Mi conducta, en cambio, es intachable; absuélveme, Señor, y ten piedad de mí;


En todo tiempo se compadece y da prestado, sus hijos son una bendición.


El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos, las riquezas del injusto están reservadas para el justo.


El que obra con rectitud teme al Señor, el que sigue caminos torcidos le desprecia.


El temor del Señor es un asilo seguro, y para sus hijos un refugio.


Más vale pobre que vive honestamente que rico de proceder injusto.


El que camina en la justicia y habla rectamente, el que rechaza una ganancia arrancada a la fuerza, el que sacude su mano para no aceptar soborno, tapa sus oídos para no oír intrigas de sangre y cierra sus ojos para no ver el mal:


y les daré otro corazón y otro camino, para que me respeten siempre, en bien suyo y de sus hijos después de ellos.


Ambos eran justos ante Dios, pues guardaban irreprochablemente todos los mandamientos y preceptos del Señor.


Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y también para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro'.


Nos sentimos orgullosos de que nuestra conciencia nos asegure que nos hemos comportado con todo el mundo, y especialmente con vosotros, con la sencillez y la sinceridad que Dios da, y no por la sabiduría humana, sino por la gracia de Dios.