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Oseas 4:8 - Biblia Martin Nieto

Se alimentan del pecado de mi pueblo, están hambrientos de su iniquidad.

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Biblia Reina Valera 1960

Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Cuando la gente lleva su ofrenda por el pecado, los sacerdotes se alimentan. ¡Por eso se alegran cuando el pueblo peca!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y como comen de los animales que mi pueblo ofrece por el pecado, les conviene que mi pueblo siga pecando.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Se ceban con la ofrenda° del pecado de mi pueblo, Y a la iniquidad de éste elevan su anhelo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Del pecado de mi pueblo se alimentan, y a la iniquidad dirigen su apetito.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma.

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Oseas 4:8
18 Tagairtí Cros  

Y no se pedía cuentas a los hombres en cuyas manos se ponía el dinero para darlo a los obreros, porque se portaban con fidelidad.


El hombre de manos inocentes y limpio corazón, que no entrega su alma a la mentira y nunca jura en falso.


Son perros voraces, insaciables; pastores que no saben comprender; cada cual sigue su camino, y buscan todos su interés.


'Hijo de hombre, estos hombres han metido sus ídolos en su corazón y tienen continuamente ante sus ojos la ocasión de pecar. ¿Me dejaré consultar por ellos?


Porque a todo aquel de la casa de Israel o de los extranjeros que viven en Israel que se aleje de mí y meta sus ídolos en su corazón, teniendo así ante los ojos el incentivo de su pecado, y venga luego al profeta para consultarme, yo mismo, el Señor, le daré respuesta.


¿Por qué habéis arado la crueldad, habéis cosechado el crimen y habéis comido el fruto de la estafa? Por haber confiado en tus carros, en la multitud de tus guerreros,


Canaán tiene en su mano una balanza falsa, es amigo del fraude.


Samaría será castigada porque se ha rebelado contra su Dios. Caerán a espada, sus niños serán estrellados y reventadas sus mujeres encinta.


Sólo podrán comerla los sacerdotes: es cosa santísima.


Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.


¡Ojalá uno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no se encienda más inútilmente mi altar! No, no estoy contento con vosotros -dice el Señor todopoderoso- y no me agradan las ofrendas de vuestras manos.


porque ésos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a su estómago, y con palabras dulces y agradables engañan a la gente sencilla.


a los que es preciso tapar la boca. Revuelven familias enteras enseñando lo que no deben, llevados por el ansia de ganancias sucias.


Llevados de la avaricia, os explotarán con palabras llenas de falsedad; hace mucho tiempo que la condenación los amenaza y su ruina no duerme.


¿por qué profanáis los sacrificios y las ofrendas que yo he mandado, y tienes en mayor estima a tus hijos que a mí, tomando para vosotros lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel?